Familiares del archiduque y su asesino reivindican a los protagonistas del inicio de la Primera Guerra Mundial
El bisnieto del archiduque asegura que Francisco Fernando pensaba ceder más poder a las naciones eslavas que conformaban el Imperio centroeuropeo, mientras que el sobrino nieto de Gavrilo Princip ve a su tío como un libertador.
El asesinato del archiduque Francisco Fernando, sucesor al trono austrohúngaro, a manos del nacionalista serbio-bosnio Gavrilo Princip es sin duda el detonante de la Primera Guerra Mundial, suceso que mañana cumple 100 años de historia.
Pero más allá de lo que puedan decir los libros de historia, el debate sobre quién es el villano aun continúa y son los descendientes de estos dos personajes los que hoy reivindican a sus familiares tras una guerra que dejó diez millones de muertos.
EL BISNIETO DEL ARCHIDUQUE
Según Nikolaus Hohenberg, bisnieto del archiduque Francisco Fernando, el heredero al trono de los Habsburgo defendía cederle más poder a las naciones eslavas que conformaban este gran Imperio centroeuropeo.
"Sentía que era imposible mantener la lealtad de sus súbditos en este grandísimo Estado, tan multinacional, si se iba a gestionar de forma centralista", asegura Hohenberg.
Francisco Fernando quiso evitar que la monarquía "saltara en pedazos" y uno de los puntos de su agenda era "darle más autonomía a los eslavos en la parte sur, a los croatas, serbios, bosnios", cuenta a Efe en Praga el nieto de uno de los tres hijos del archiduque.
Finalmente, el Imperio acabó hundiéndose en una guerra iniciada justo por el conflicto con Serbia y los nacionalistas eslavos por el control de Bosnia Herzegovina.
Si había algo que Francisco Fernando particularmente sentía era "que debería romper la excesiva centralización de los húngaros, que estaban gestionando un Estado por su cuenta", asegura este austríaco de 53 años, un asesor financiero afincado en Londres.
Su apellido se desprende del título nobiliario de "conde de Hohenberg", concedido a su abuelo Maximiliano, el segundo hijo de Francisco Fernando y Sofía.
En el imaginario popular local, Francisco Fernando aparece hasta hoy como un hombre terco, irascible y fanático de la caza.
Pero en la familia lo recuerdan como una persona "afable y hombre de familia, un marido amante y un excelente padre", asegura Hohenberg.
EL TERCER GAVRILO PRINCIP
Para Gavrilo Princip III quien lleva el mismo nombre del famoso magnicida, ese acto no fue el de un terrorista sino el de un libertador. Descendiente del hermano mayor de Gavrilo, quien murió sin tener hijos, la historia familiar de este economista de 63 años corre en paralelo a la de la antigua Yugoslavia y la de Bosnia, donde su tío abuelo es considerado por algunos un terrorista y por otros un héroe del paneslavismo.
Para bosniomusulmanes y bosniocroatas, su tío abuelo era un terrorista que formaba parte de una organización nacionalista eslava -Mlada Bosna-, dominada por serbios, mientras que para los serbios fue un héroe en la lucha contra el dominio austro-húngaro.
Así, su historia familiar es una muestra más de las divisiones en Bosnia, donde conviven tres versiones y tres "verdades" sobre casi todo: una musulmana, una serbia y una croata.
Aunque los historiadores y políticos siguen con su eterno debate sobre si Princip era un libertador motivado por el idealismo o un terrorista sediento de sangre, Gavrilo opina que la organización en la que militaba su tío abuelo era "una organización revolucionaria de la juventud bosnia".
Princip, de carácter reservado, se niega a valorar el uso de la violencia para fines políticos, aunque destaca que Mlada Bosna era una organización que buscaba la "liberación" de los eslavos.
"Sus miembros eran serbios, musulmanes y croata. Había jóvenes, y mayores", cuenta, al recordar que había clubes deportivos que llevaban el nombre de 'Mlada Bosna' pero "luego eso empezó a cambiar, al ritmo que se sucedían las autoridades".
Mientras existió Yugoslavia -de la que Bosnia formó parte hasta su desintegración en los años noventa del siglo pasado-, Gavrilo Princip fue un héroe nacional.
Pero a comienzos de la guerra bosnia, en Sarajevo se borraron las huellas que marcaban el lugar desde el que Princip, cuya minoría de edad le salvó de la pena de muerte, disparó al archiduque austríaco.
Princip murió de tuberculosis cuatro años después del asesinato que desató la Gran Guerra, tras haber intentado suicidarse varias veces y pasar parte de su cautiverio encadenado en la cárcel.
Un siglo después, su descendiente considera que al igual que Bosnia estaba entonces ocupada por el Imperio Austro-Hungaro, ahora el país también sigue bajo tutela.
"En Bosnia-Herzegovina hoy también existe algún tipo de dominio u ocupación, como quiera que se llame", dice.
Señala que los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra en 1995 fueron pactados y negociado en ciudades de las grandes potencias, nunca en las bosnias.
El llamado "Acuerdo de Dayton", que puso fin a la guerra civil, ha creado el complicado entramado institucional y burocrático.
"Me temo que nuevamente somos siervos en casa propia, como en aquel tiempo, porque no tenemos nada que sea nuestro", indica Gavrilo Princip III. "Eso, simplemente, es el destino de los Balcanes, siempre lo ha sido", concluye.
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