Ya van más de 72 horas de angustia para las familias de Enrique Ojeda (34) y Jorge Sánchez (25), los dos mineros que desde la madrugada del viernes permanecerían atrapados en el nivel 55 de la mina Delia II, en Chile Chico. Tras un derrumbe, el agua de la laguna colindante ingresó e inundó la mina, lo que habría dejado aislados a los operadores en el nivel más bajo del yacimiento, propiedad de la empresa Minera Cerro Bayo.
Para su rescate han llegado equipos especializados de Sernageomin, Onemi, Bomberos y de la empresa. Sin embargo, los familiares de los jóvenes insisten en que no se ha desplegado la tecnología necesaria para realizar una búsqueda más rápida. Así lo indicó Ramón Sánchez, padre de uno de los mineros, quien criticó a las autoridades de gobierno. "La mayoría de las autoridades han venido a sacarse la foto. Esto nos duele mucho como familia porque creemos que el gobierno debería haber tenido ya la última tecnología para que hoy nuestros hijos estuviesen acá con nosotros".
Las críticas de este familiar también apuntan a la empresa por la presencia de filtraciones previas en la mina. "Los ingenieros hicieron un trabajo muy mal hecho, porque en realidad deberían haber detenido la faena". La esperanza de las familias está puestas en la llegada de maquinarias de mayor capacidad y más efectivas para apoyar los trabajos de sondaje. "Es compresible la lentitud con que se trabaja, hay que considerar que estamos en una zona bastante a traspié de donde están los recursos de la gran minería", precisó Jorge Barría, presidente del sindicato de Supervisores de Minera Cerro Bayo.
Se espera que a primera hora de hoy la primera sonda que comenzó el trabajo de perforación alcance el nivel 55, a 200 metros de profundidad, lo que permitirá tener mayor claridad sobre la situación de los mineros. "La velocidad (de avance) ha sido mayor y estamos próximos a alcanzar el nivel de los 200 metros", señaló el director del Sernageomin, Mario Pereira.
Dominic Duffy, CEO de Mandalay Resources, empresa propietaria de Minera Cerro Bayo, lamentó los hechos, relevando la comunicación diaria con los familiares y el apoyo estatal en la búsqueda, que implica la construcción de un dique de 300 metros para contener la inundación. "Algo falló, pero por ahora nuestro enfoque es buscar a estos dos trabajadores. Nuestra gran esperanza es que ese nivel (55) esté seco", dijo. Ayer por la tarde llegó a Chile Chico una segunda perforadora que se sumará al trabajo paralelo de un robot sonda que busca determinar el tamaño de la filtración desde dentro de la laguna hacia la mina.