Poco más de 6.000 familias chilenas tienen un patrimonio financiero que supera el millón de dólares, según el último estudio de la consultora internacional Boston Consulting Group (BCG). La crisis redujo el número en 16,6% en relación a 2007, cuando eran 7.258 los grupos locales con activos financieros superiores a esa cifra. Todo por la crisis, que también hizo disminuir desde US$ 48.500 millones a US$ 41.100 millones, un descenso de 15,3%, la riqueza total. La baja es consistente con América Latina, que redujo el monto global en 14,7%.
Jorge Becerra, senior partner y managing director de BCG, señala que la merma en Chile se debió a dos factores: mayor propensión de los chilenos a invertir en activos más riesgosos, en relación a sus pares regionales, y la depreciación del peso. Sin embargo, Becerra explica que Chile no fue tan golpeado como otras regiones. "Ha habido un impacto importante, pero en proporción, la caída es menor, ya sea en activos o número de familias, que en otros mercados como EEUU e Inglaterra, donde los descensos han sido de entre 20% y 40%", dice.
LOS TRAMOS
Si se amplía el rango, los números crecen. Según BCG, las familias con activos bajo administración superiores a US$ 100 mil (unos $ 55 millones) acumulan una riqueza total de US$ 63 mil millones. Si se contabiliza el rango de US$ 250 mil a US$ 1 millón, las familias chilenas sumaron 23.600 en 2008, menos que las 31.760 de 2007. El segmento superior es el de US$ 1 millón a US$ 5 millones, que cuenta con 5.013 familias, mil menos que el año previo a la explosión de la crisis. El tramo siguiente incluye 828 patrimonios de hasta US$ 100 millones y son aquellos que desarrollan alguna actividad empresarial importante, con compañías medianas en sectores económicos de alto crecimiento.
El grupo más selecto suma activos superiores a US$ 100 millones en inversiones líquidas, grupos con larga historia empresarial y cuyo patrimonio se divide en familias extendidas. Son 21 grupos, según BCG, el mismo número de un año antes. Según BCG, la riqueza líquida acumulada de este grupo asciende a US$ 17 mil millones, un 15,5% menos que en 2007. La baja, sin embargo, es bastante menor al 26,5% que descendió el mismo segmento en América Latina.
"En promedio, las familias chilenas fueron menos afectadas que sus pares de la región", dice Becerra. ¿Por qué? Porque invierten más en el país que fuera de él y son más conservadores que los inversionistas de los mercados desarrollados en sus apuestas internacionales.
Otro dato que grafica el peso de los chilenos en este grupo es que es el 7% de las familias latinoaméricas y representan el 9% de los activos totales de la región. "Son familias tradicionales de larga data. Tienen un peso importante y, en promedio, mayor al de otros países, a nivel mundial y en Latinoamérica, lo que habla de un esquema de concentración de la riqueza en el país", interpreta el especialista, quien ejemplifica el punto diciendo que en Europa o los países nórdicos hay menos distancias entre los altos patrimonios más cuantiosos y los más reducidos.
Chile tiene una mayor cantidad de fortunas, en relación a su población, que otros países de la región. BCG lo atribuye al desarrollo del país y al tamaño relativo de su economía.
LOS NUEVOS MIEMBROS
Pero las cosas podrían cambiar. Becerra comenta el surgimiento de un nuevo grupo, "que ha crecido sostenidamente a medida que la economía se desarrolla". En esta categoría se incluye "la emergencia de entrepreneurs, jóvenes empresarios, sin tradición familiar, pero que tienen compañías que facturan hasta US$ 10 millones y que tienen vocación de ir a otros países de Latinoamérica".
"Los bancos privados los están identificando, porque van a tener un impacto de inversión o un portafolio de inversión y aversión al riesgo distinto al de clientes tradicionales. Tienen mayor disposición al riesgo, porque no tienen el peso de arriesgar el patrimonio familiar o tradición de años de acumulación de riqueza", agrega el experto de BCG.
ASESORES LOCALES
Los chilenos son más conservadores que los americanos o europeos al invertir. Aunque todo depende de cuánto es el patrimonio que manejen y dónde lo inviertan, dice Jorge Becerra, de BCG. En términos generales, la mayoría decide invertir on-shore (en el país), debido a la confianza en el país y sus instituciones. Por ello, han optado, dice Becerra, por elegir como asesores a bancos e instituciones, como Celfin, LarrainVial, Banchile, u otros regionales, como el banco brasileño Itaú, en desmedro de multinacionales que han sido el foco de la crisis.
"En el on-shore hay una fuerte propensión de los chilenos a invertir un porcentaje significativo de su portafolio en acciones y bonos directos y, en segundo lugar, en fondos mutuos". Cuando cruzan las fronteras, sin embargo, son más conservadores. "El principal objetivo de los inversores off-shore tiende a ser preservar la riqueza. Existe un porcentaje mayor de inversiones en cash&deposits o bonos de bajo riesgo. Esta propensión se exacerbó después de la última crisis", agrega Becerra.
Los entrepreneurs (emprendedores), agrega el especialista, "apuestan por hegdefunds o productos estructurados, más que un inversionista tradicional".