Lina Alarcón llegó ayer al Hospital San José de Melipilla, a buscar a su cuñada María Varela (67), quien debía ser dada de alta tras una internación por problemas renales. Recién ahí se enteró de que su pariente requería más días de monitoreo y eso, porque era una de los 11 afectados por el supuesto suministro erróneo de insulina, en lugar de la heparina recetada, lo que causó la muerte de dos personas y mantiene a otras nueve en observación, desde el pasado miércoles.

"En ningún momento se me dijo que mi cuñada estaba dentro de los pacientes que se les inyectó una sobredosis de insulina", dijo Alarcón.

Consultada por la explicación que entregó el hospital, contó que "me recibió una asistente social y me dijo que esa parte no la veía ella, que una sicóloga me iba a atender, pero nunca me atendió. Nadie me ha explicado cómo pasó, en qué momento fue, nada. A las familias se les ha ocultado información", dijo Alarcón, quien agregó que evalúa interponer una querella criminal, "tendríamos que hacer un grupo con las otras familias afectadas".

Al respecto, el Hospital de Melipilla declinó hacer comentarios.

En la misma pieza donde está hospitalizada María se encuentran también Armando Elgueta (80), José Ulloa (77), Eduardo Silva y Fidel Moya (82). Todos habrían sido afectados por el suministro de insulina.

Betty Moya, quien ayer visitó a su padre, Fidel, quien fue internado por neumonía, señaló que el mismo día del incidente "la doctora vino a decirme lo que había pasado, que había sido un error. Algunos pacientes presentaron bajas de azúcar, eso llamó mucho la atención, y que uno de ellos había sido mi papá, pero que por fortuna él había reaccionado bien", recordó Moya.

Tras lo ocurrido, la Fiscalía Metropolitana Occidente abrió una investigación, en la que se busca esclarecer si una de las dos estudiantes de Enfermería en práctica habría estado involucrada en el error en la administración del fármaco. Consultada respecto de si es habitual que una estudiante de Enfermería, en práctica, suministre insulina o heparina a los pacientes, la subdirectora del Servicio de Salud Occidente, Francisca Navarro, dijo que "eso se tiene que revisar a la luz de los convenios asistenciales docentes (que tiene el Hospital de Melipilla). Ahí tienen que estar normadas todas las prácticas de los alumnos de las distintas carreras".

Respecto de esta tesis, Moya sostuvo que "esto no puede volver a ocurrir, si hay practicantes tiene que estar la enfermera jefe como corresponde, encima de ellas".

En tanto, el Colegio de Enfermeras señaló que con estos hechos "se hace evidente el riesgo asociado a la inexistencia de las subdirecciones de Enfermería, estructuras encargadas de velar por el cumplimiento estricto de protocolos de seguridad al paciente".