Era un grupo grande el que estaba en el nuevo mirador de Farellones. Cinco hombres, con jeans, polerones, lentes de sol y cámaras digitales miraban la nieve, el paisaje y se sacaban fotos. Mientras, otras tres mujeres sentadas decían que no iban a esquiar: "No, no sabemos". "Si nos caemos nos va a doler".
Abajo, en una de las pistas del centro de esquí, estaba Alan, un papá junto con sus hijos de siete y nueve años. Con tono pedagógico le decía al menor "haz casita", para que el niño hiciera cuña y frenara. Al mayor le decía "¡papas fritas!", para que hiciera paralelas.
La situación de los otros visitantes del centro no era muy distinta, pues, según los asistentes, el clima que hay en Farellones es el de un "centro familiar", donde se "puede ir a pasarlo bien" sin mayores preocupaciones.
Y resaltando esas características, es que el recinto, que existe hace ya 60 años, busca reposicionarse en el mercado, para lo cual ha hecho una gran inversión. Por ejemplo, se está construyendo un bulevar con los servicios de "pueblo de montaña", según cuenta el esquiador y encargado del centro, Francisco Cortés.
Agrega que se implementó un mirador "en una zona que antes estaba enrejada", punto que se ha convertido en un sector de encuentro de los visitantes y "le ha dado más vida al lugar".
Además, se está potenciando El Montañés, pub y restaurante que se ha convertido en "el punto neurálgico de Farellones", según Cortés. Durante el día, recibe a los esquiadores, que hacen sus reservas con hasta dos días de anticipación, mientras que en las noches se transforma en un bar donde tocan grupos y se organizan fiestas. Hasta ese lugar llegan, después de las seis de la tarde, esquiadores de los otros tres centros de nieve que están en la cercanía.
Los esfuerzos por reflotar el lugar también vienen de la Municipalidad de Lo Barnechea. Según cuentan, existen planes a corto y largo plazo para mejorar el sitio. Una de las iniciativas es mejorar las vías de acceso y hacer que la cordillera sea accesible a todos los santiaguinos, según el alcalde, Felipe Guevara. Además, se busca crear una "oferta turística accequible para todo público".
Los mayores cambios en Farellones se están dando en las pistas, donde se ha invertido e implementado en nuevos andariveles.
Además, hay un tubbing -pista con saltos para tirarse en minibalsas inflables- especial para los que no se atreven a esquiar o para quienes andan con niños muy chicos.
También hay un snowpark y un boarder cross, con giros y saltos. A ello se suma la implementación de una escuela de esquí. "Contamos con todos los servicios de un centro de esquí grande, pero en chico", resume el encargado del recinto.
Cortés adelanta que esta es la primera vez que el centro se mantendrá abierto durante todo el año. El Montañés funcionará todo el verano, época para la cual está planeado un parque aventura. Por ejemplo, el tubbing se habilitará con pasto artificial, mientas, en las pistas se podrá practicar mountainbike, y las bicicletas se podrán subir en los andariveles.
Además, se buscará destacar la conveniencia económica del centro, cuyos tickets ($ 7.000 y $ 9.000, semana y fin de semana, respectivamente) son hasta $ 20 mil menos que en los otros centros.