Histórico

Fatorexia: el nuevo trastorno alimenticio que afecta a las chilenas

Es como la anorexia, pero al revés. Es decir, las mujeres se ven a sí mismas delgadas, aunque en realidad tienen sobrepeso e incluso obesidad.

"Hasta hace cinco años no tenía idea que estaba gorda, por no decir obesa. Yo era una madre ocupada, con una carrera próspera y un hombre al que adoraba. Aunque sabía que no era ultradelgada, ciertamente no me veía con un problema de peso importante", dice la británica Sara Bird. Todo cambió durante una visita a su médico. "Al subirme a la balanza quedé atónita: marcó 108 kilos", recuerda.

Hace un par de semanas lanzó en Inglaterra un libro titulado "Fatorexia, ¿qué ves cuando te miras al espejo?", donde cuenta su experiencia y su lucha para que los médicos reconozcan esta situación como un trastorno alimenticio, en el cual y al revés de la anorexia, las mujeres se ven flacas frente al espejo cuando en realidad tienen sobrepeso e incluso obesidad.

"SU PESA ESTA MALA"
Pese a que es un término desconocido en Chile, los médicos reconocen que por sus consultas pasan  mujeres con este perfil. "Hay muchos obesos que no se subieron nunca más a la balanza y no tienen la menor idea de cuánto pesan. Cuando se suben creen que están en unos 70 o 80 kilos y cuando los peso tienen hasta 15 kilos más de lo que piensan. Te dicen 'seguro que su pesa está mala' y se niegan a aceptar su realidad", cuenta Carolina González, nutrióloga y jefa del programa Vivir Liviano de la Clínica Alemana.

Lo mismo ha observado Jaime Pérez, endocrinólogo de la Clínica Santa María, quien agrega que cuando le indica a estas pacientes que están obesas, muchas se ofenden. "Es como una anorexia invertida. Mientras las anoréxicas se miran al espejo y se ven gordas, este paciente cree que es normal, incluso con obesidad morbida", explica.

Aunque aún la comunidad científica médica no valida aún este nuevo fenómeno como un trastorno alimenticio, en Chile, los expertos consultados por La Tercera se inclinan por esta opción. "En términos más radicales puede haber una alteración de la percepción y la idea que tengo de mí", explica Pía Ulloa, sicóloga experta en trastornos de la alimentación de la clínica Tabancura.

Según González, cuando las personas no se pueden hacer cargo de su problema, lo niegan y eso es justamente lo que hacen estas mujeres. "Si se miden la gordura no pueden hacerse las lesas. Por eso no se miran al espejo ni se pesan. La negación de la obesidad puede ser un trastorno sicológico, claro", asegura. Lo cierto, es que la fatorexia puede ser caldo de cultivo silencioso para numerosas enfermedades crónicas: "En una mujer joven puede llevar a ovario poliquístico, además de enfermedades como diabetes, hipertensión, riesgo de infarto y cáncer", explica Pérez.

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