Ha sido el tema que más le ha complicado en la campaña a Hillary Clinton, y reaparece a menos de dos semanas de la elección. Esta tarde, el FBI anunció que reabrirá la investigación por el uso de un servidor privado para la administración de los correos de la candidata demócrata mientras era secretaria de Estado, un golpe de efecto que puede influir en las perspectivas de una carrera en la que la ex primera dama parecía tener una ventaja cómoda sobre Donald Trump.

En una carta a una comisión de la Cámara de Representantes estadounidense, el director del FBI, James Comey, señaló que "en conexión con un caso no relacionado, el FBI ha sabido de la existencia de correos electrónicos que parecen ser pertinentes para la investigación".

Aún cuando Comey no reveló el tema que abordarían los correos e incluso señaló que todavía no sabe si el material será "significativo" para la indagatoria, el hecho de que se reabra el caso es un problema para Hillary, cuyo liderazgo en las encuestas era tal que incluso había organizado un cronograma de eventos en estados en los que tradicionalmente el Partido Demócrata no compite, pero que parecen alcanzables en esta elección, como Arizona.

Lo que aún está por verse es si Trump capitaliza la situación, o si nuevos antecedentes emergen en los próximos días. De hecho, uno de los momentos en que el magnate pasó arriba en las encuestas fue cuando el director del FBI expuso ante el Congreso el caso de Clinton.