A medida que pasan las horas desde el atentado en el Maratón de Boston el lunes pasado, que dejó a tres personas muertas y 180 heridas, surgen más interrogantes que certezas, al tiempo que se develan detalles de los explosivos y del perfil de quién pudo haber cometido el ataque. Es este panorama de confusión lo que ayer llevó a los medios estadounidenses a anunciar la detención de un sospechoso, información que después fue negada por la policía y el FBI. La cadena CNN consultó dos fuentes familiarizadas con la investigación, las cuales revelaron que se quiere interrogar a un hombre que apareció en un video y el cual habría botado una bolsa en la calle Boylston, donde ocurrió la segunda explosión. Sin embargo, se desconocía ayer si esta persona había sido identificada.
Por su parte, la Casa Blanca destacó que el ataque sigue siendo prioridad para el Presidente Barack Obama, quien llevará hoy un mensaje "firme" a Boston, donde viajará para asistir a un servicio interreligioso en homenaje a las víctimas.
En tanto, ayer los peritos criminalísticos del FBI reconstruyeron los artefactos con las minúsculas partículas encontradas en la calle Boylston, donde estaba situada la meta de la carrera. Es así como, desde el techo de un edificio, se rescató la tapa de la olla a presión -marca Fagor- en donde se habrían guardado los explosivos. Según una fuente cercana a la investigación, los aparatos usados en el ataque son los típicos que usa un "lobo solitario". Es decir, se trata de un terrorista que construye una bomba siguiendo una fórmula que se encuentra disponible. En este caso, la fórmula parece muy similar a la que Al Qaeda ha recomendado a sus seguidores en el mundo, la cual es crudamente efectiva y difícil de rastrear. Sin embargo, también es una receta que ha sido adoptada por individuos de extrema derecha en Estados Unidos.
Funcionarios del FBI dijeron a la cadena CNN que entre los materiales usados en el ataque había una especie de cronómetro y un contenedor de metal que tenía clavos y otros proyectiles. Una fuente de la policía federal dijo al mismo medio que los aparatos tenían "una mezcla de explosivos improvisados de baja velocidad, quizás pólvora destellante (mezcla de oxidante y combustible metálico, que arde rápidamente y produce un sonido fuerte, y que se usa en fuegos artificiales) o quizás una mezcla de clorato de potasio con azúcar, a la que se le añadió clavos".
El representante Mike McCaul, presidente del Comité de Seguridad Nacional, dijo que lo más probable es que se haya usado polvorín en los artefactos. Estos aparatos improvisados, hechos con materiales disponibles, no son rápidos de rastrear. Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), en su revista por internet Inspire, señala que "tales ingredientes están disponibles" y son "fáciles de botar si el enemigo registra tu casa". No existe evidencia de que AQPA o cualquiera de sus partidarios haya estado involucrado en los ataques en Boston. Ello, porque Al Qaeda suele reivindicar sus atentados, algo que no ha ocurrido esta vez. Tampoco está claro si el ataque fue el trabajo de uno o más individuos. Pero esta organización lleva la delantera en los últimos tres años, en acciones de terrorismo al estilo "hágalo usted mismo", instando a los musulmanes en Occidente a que actúen por sí solos. Según funcionarios de contraterrorismo, el manual "Cómo hacer una bomba en la cocina de tu mamá", publicado en la edición de 2010 de la revista Inspire, ha sido descargado por militantes islamistas que planean ataques terroristas ya sea en Estados Unidos o en Reino Unido. El Departamento de Seguridad Nacional ha emitido una serie de boletines sobre el uso de ollas a presión usadas en los explosivos. En 2010 se señaló que éstas son muy comunes en países como Afganistán.