En la últimas horas el FBI y la policía de Nueva York reanudaron las indagatorias de un caso que marcó a la sociedad estadounidense hace más de 30 años: la desaparición de Etan Patz, un niño que en 1979 tenía seis años y que fue visto por última vez con vida el 25 de mayo de ese año, cuando salió de casa solo a primera hora de la mañana para ir caminando al paradero del bus que debía llevarlo al colegio. Etan nunca regresó a su casa.
La pista recae ahora en la revisión del sótano de un segundo edificio de la calle Prince que estaba en el trayecto que realizó el menor, luego que días atrás, perros adiestrados de la policía indicaran la posibilidad de la existencia de restos humanos en este espacio del Soho, en el sur de Manhattan que ahora es ocupada por una tienda de la cadena Lucky Brand.
Hoy "se efectuaban trabajos de demolición de muros y excavaciones", dijo el vocero del FBI, Tim Flannelly, quien añadió que "trabajaremos todo el fin de semana y posiblemente la semana próxima". "Estamos poniendo un mayor énfasis en este lugar, buscando cualquier evidencia forense de los restos humanos de la ropa", agregó el vocero de la policía de Nueva York Paul Browne.
Precisamente las labores registro serán más arduas que las llevadas a cabo hace doce años, cuando fue revisado el sótano de la vivienda de José A. Ramos, el anterior sospechoso, donde no encontraron nada.
El nuevo sitio de búsqueda es un espacio que era usado en 1979 como taller de carpintería y arreglos por Othniel Miller, que residía en el mismo edificio que el niño. El hombre, ahora de 76 años, se ha convertido en el nuevo sospechoso y la tesis es que pudo haber asesinado y escondido a Etan debajo del taller. La hija de Miller, Stephanie Miller, dijo a la cadena CBS que el FBI había hablado con su padre. "El cooperó con ellos, se dirigió al sitio, y él no tiene nada que ver con eso", dijo la mujer.
El caso de Etan, a quien las autoridades declararon oficialmente muerto en 2001, se convirtió en uno de los primeros menores cuya imagen apareció impresa en cartones de leche por todo el país, llevó incluso al entonces presidente de EEUU., Ronald Reagan, a declarar el 25 de mayo "Día Nacional de Niños Desaparecidos".
La policía siempre sospechó que el responsable de la muerte del menor fue José Ramos, que en la actualidad cumple condena en una cárcel de Pensilvania por abusar de otro niño, y contra quien nunca llegaron a presentarse cargos por falta de pruebas.
Ramos salía con una mujer que trabajaba en el domicilio de los Patz, e incluso llegó a admitir que el día de su desaparición estuvo con él, aunque siempre negó haberlo secuestrado. El caso fue reabierto en 2010 por el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance.