A pesar de haber sido abandonados por el manager Juan Pablo Pino apenas unos días antes de la primera carrera, los integrantes españoles del equipo hispano-chileno PinoRoad se niegan a descartar el proyecto.
"Queremos correr. Es cierto que tenemos un déficit importante de dinero por los compromisos contraídos con proveedores, pero el equipo estaba listo para competir antes de que Juan Pablo desapareciera. En la UCI fueron muy comprensivos y el sábado hablé con el secretario de la federación chilena, Fernando Alvarado, quien dijo que nos iban a facilitar las cosas", dice desde España el vocero Fran Reyes.
PinoRoad adquirió categoría de equipo continental el 5 de febrero pasado con el mánager chileno Juan Pablo Pino como representante legal. Luego de su desaparición, sus socios españoles deben cambiar la estructura de representación formal, lo que requiere del visto bueno de la Federación Ciclista de Chile (Fecichile) y posteriormente de la UCI.
Hasta ayer no existía unanimidad dentro del directorio de Fecichile respecto de si autorizar o no estos cambios. "Tenemos 10 días para tomar la decisión de invalidar o no el proceso. No podemos avalar a un equipo cuya gestión está manchada, más allá de que recibamos críticas de los corredores", comenta un integrante de la mesa directiva, que en su momento le perdonó una boleta de garantía de $ 45 millones a Pino por inscribir el equipo.
"Sería una pésima señal de parte del ciclismo chileno que no autorizaran que salgamos a la ruta, después de todo el daño hecho por Pino", replica Reyes.
En tanto, el ciclista Gonzalo Garrido está reuniendo antecedentes para poder presentar una querella en contra de Pino, quien le adeudaría $ 79 millones en bicicletas que se habría apropiado: "Yo voy a alegar que me estafó y otras personas perjudicadas también se van a sumar por el incumplimiento de sus compromisos. Técnicamente no sé si cumple con la figura legal de estafa, pero en rigor no me canceló lo que debe. Los españoles van a hacer lo propio, porque les presentaron contratos falsos".
Hasta el momento, Juan Pablo Pino sigue inubicable, aunque fuentes cercanas a él aseguran que estaría internado en una clínica de la Quinta Región.