La Reserva Federal estadounidense (Fed) compró US$2.550 millones en bonos del
Tesoro, en la primera operación de un programa de compras de deuda estatal con dinero proveniente de sus bonos hipotecarios tóxicos, o vencidos.
El banco central anunció el programa de compras de bonos la semana pasada, señalando que mediante éste pretendía mantener estables sus tenencias de activos domésticos. Cuando anunció el programa tras su reunión de política monetaria, la Fed revisó a la baja considerablemente su panorama para la economía.
La Fed compró bonos del Tesoro con vencimientos entre agosto del 2014 y febrero del 2016. Los operadores presentaron US$20.950 millones en bonos para la operación.
La Reserva Federal pretende comprar cerca de US$18.000 millones en deuda del Gobierno desde mediados de agosto hasta mediados de septiembre, lo que equivale al monto de los pagos recibidos por la Fed de sus bonos de agencias y bonos respaldados por hipotecas durante el período. El Banco Central también dijo la semana pasada que pretendía centrar sus compras en el área de vencimientos a dos y 10 años.
"Entraron con US$2.500 millones, lo que parece razonable para la primera ronda. Esperaríamos que los 2.500 a US$3.000 millones serán la norma del rango que la Fed ha definido", dijo Ian Lyngen, estratega de bonos del Gobierno de CRT Capital Group en Stamford, Connecticut.
"Probablemente veamos muchas menos compras en (bonos protegidos contra la inflación), los bonos largos y los cortos", dijo Lyngen.
El año pasado, la Fed se embarcó en un programa para comprar cerca de 300.000 millones de dólares en bonos del Tesoro en un esfuerzo para rebajar las tasas de interés para combatir la peor recesión en siete décadas.
Sin embargo, las tasas subieron durante el programa y los rendimientos de los bonos referenciales a 10 años treparon a cerca de 3,4% a fines de octubre del 2009, desde cerca de 2,80 por ciento en marzo del 2009.
En esa ocasión, los inversionistas retiraron su dinero de la deuda del Gobierno y compraron acciones por un creciente optimismo sobre una rápida recuperación económica.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro han estado cayendo consistentemente desde comienzos de abril debido a que las preocupaciones sobre un contagio de la crisis fiscal europea y los temores por una desaceleración en la recuperación han alentado las compras de activos seguros, como los bonos.