Los consumidores redujeron sus solicitudes de préstamos a un nivel sin precedente en julio, impulsados a frenar su endeudamiento ante la pérdida de empleos y la incertidumbre económica, informó la Reserva Federal (Fed).

Según los datos de la Fed los consumidores redujeron su solicitud de préstamos a US$21.600 millones, un mayor nivel del previsto y la cifra más alta en este renglón desde 1943, cuando se empezó a llevar este registro. Los economistas habían previsto una retracción de US$4.000 millones.

La magnitud de la reducción sorprendió a los analistas. Algunos pensaban que el programa "Dinero por chatarra" en el que se otorgaban reembolsos a cambio de autos usados, el cual comenzó en julio y contribuyó a las ventas de automóviles y a los préstamos para comprar vehículos, habría limitado las reducciones en otras áreas crediticias.

La demanda para obtener créditos tradicionales usados para financiar vehículos, vacaciones, educación y otros asuntos descendió en US$15.400 millones, también una baja récord.

El apetito de los consumidores por las líneas de crédito, en especial las tarjetas de crédito, bajó en US$6.100 millones en julio, un ritmo anual del 8% que siguió a la baja del 6,4% de junio.

Los economistas pronostican que los consumidores gastarán menos, ahorrarán más y reducirán su deuda con el objeto de compensar sus finanzas personales diezmadas por la recesión.

La reducción de julio se traduce en un descenso anual del 10,4%, que siguió a un recorte de US$15.500 millones en junio, equivalentes a una baja del 7,4% anual, y el mayor desde el descenso del 16,3% de junio de 1975.

La reciente reducción dejó el total de crédito de los consumidores en US$2,47 billones.