La venganza es un plato que se sirve frío, reza el dicho popular que el suizo Roger Federer (35 años) intentará refrendar mañana ante el alemán Alexander Zverev (20).
Será cuando se enfrenten en la final del Gerry Weber Open de Halle, donde se vieron las caras por segunda y última vez hasta ahora hace un año y el tenista local lo eliminó en semifinales al cabo de tres sets.
Fue, con parciales de 7-6 (4), 5-7 y 6-3, pero luego Zverev terminó cayendo en la final frente a su compatriota Florian Mayer, "víctima" este año en cuartos de un Federer que hoy sacó pasaje a su undécima definición.
Así como el helvético busca su revancha, también podría decirse entonces lo mismo de Zverev, duodécimo del ranking ATP en el que Federer marcha quinto y quien, al igual que él, irá por su tercera corona de la temporada.
Federer, que lo venció la primera vez que se enfrentaron en el Masters 1000 de Roma del año pasado (6-3 y 7-5), eliminó en semifinales al ruso Karen Khachanov (38), otro de los referentes de la nueva generación. El suizo, en cambio, representa a la "vieja escuela" y hoy avanzó a la final número 140 de su prolífica carrera tras superarlo por 6-4 y 7-6 (5).
"Parecía que se iba a complicar en el segundo set, pero por suerte pude cerrarlo en el tie-break", confesó Federer, de 35 años y quien fue campeón en Halle en 2003, 2004, 2005, 2006, 2008, 2013, 2014 y 2015.
Mañana, volverá a estar en la final ante un rival al que considera como "uno de los mejores jugadores del circuito, con un gran servicio y uno de los adversarios más duros para enfrentar", pronostica.
Zverev sufrió un poco más para eliminar al francés Richard Gasquet, con parciales de 4-6, 6-4 y 6-3, aunque Federer, quien no resignó un sólo set a lo largo del torneo, no se fía.
La final anticipa emociones, pues ambos vienen de una gran temporada. Mientras que el jovenzuelo conquistó el Masters 1000 de Roma y los torneos de Montpellier y Munich, Federer fue campeón en el Abierto de Australia, donde conquistó su esperado decimoctavo título de Grand Slam, y luego repitió en los Masters 1000 de Miami e Indian Wells.
Después, decidió tomarse un descanso y regresó al ruedo en Stuttgart, donde sufrió una inesperada derrota en el estreno ante Tommy Haas.
Ahora, el oriundo de Basilea busca ponerse en su mejor estado para enfrentar el desafío de Wimbledon, donde muchos lo ponen como favoritos junto al local Andy Murray. Zverev, en todo caso, también surge con fuerza debido a su innegable potencial.