Hace unos días la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) dio a conocer que la U. de Las Américas había perdido su acreditación en el último proceso. El plantel, que venía con tres años de certificación, buscaba mantenerla o aumentar su certificación con el fin de validar el proyecto educativo y dar acceso a sus futuros alumnos a financiamiento a través del Crédito con Aval del Estado (CAE).
Con el rechazo, los alumnos que ingresen en el próximo proceso de admisión no podrán solicitar el CAE, ya que la obtención de la certificación está ligada a la entrega de recursos estatales. Sin embargo, el plantel tiene el derecho de pedir la restitución de la decisión ante el organismo y de apelar -incluso- al Consejo Nacional de Educación (CNED), como tercera instancia.
Un escenario preocupante a juicio del rector de la Universidad del Desarrollo (UDD), Federico Valdés, quien cuestiona la labor del organismo encargado de evaluar a universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales.
Según la máxima autoridad del plantel privado, la CNA subió sus exigencias para acreditar. ¿El objetivo? Recuperar la credibilidad que perdió después del escándalo en marzo 2012, cuando se inició una investigación contra Luis Eugenio Díaz, ex presidente de la comisión y que cumple prisión por supuestas irregularidades para obtener las acreditaciones. "Creo que la CNA está cayendo en un exceso de celo al acreditar, condicionado por la historia reciente, para limpiar su imagen. El organismo sufrió un grado de desprestigio significativo producto de los problemas que todos conocemos y hoy está aplicando una severidad que en algunos casos puede ser injustificada. Es una decisión que se dio durante el período del actual presidente, Matko Koljatic, y que busca limpiar la imagen. Creo que quieren validarse ante el medio y la estrategia apunta a aplicar mano mucho más dura.
A qué casos apunta cuando dice que la CNA ha tomado decisiones injustificadas...
Por ejemplo, la U. de Las Américas que de tres años pasó a cero. Nosotros nos merecíamos seis años y nos mantuvimos en cinco, pero es muy distinto cuando a un plantel le quitan la certificación, ya que al no ser acreditado queda en una posición de riesgo que no se justifica.
La CNA no fue creada para esto, no fue creada para decidir qué universidades debieran existir y cuáles no. Esto se agrava, porque la evaluación condiciona la entrega del crédito para los alumnos nuevos.
A su juicio, ¿el lazo entre el préstamo estudiantil y la acreditación es peligroso?
Al estar vinculado el acceso al crédito con la acreditación, hace que el organismo tenga en sus manos el poder sobre la vida y muerte de las instituciones. Esto, porque al perderla, pierde la captación de un número significante de alumnos.
¿La pérdida de la acreditación de Las Américas es muestra de la crítica que menciona?
No conozco en detalle las razones, pero conozco el sistema. Sabemos que la Udla no tiene a los mejores alumnos, pero es una universidad que cumple una función, que socialmente es valiosa. Es un plantel que cumple con su compromiso de pago a profesores y administrativos y que, de hecho, el sistema financiero está dispuesto a prestarle dinero. Para mí, es una señal de que es viable. No me parece justo que un plantel vea en peligro su subsistencia, porque simplemente le negaron la acreditación. Las razones para quitarle la licencia o cerrar la universidad están establecidas en la ley. La pérdida de acreditación, y con ella del CAE, es una forma no prevista por la ley de llevar a una universidad a la quiebra.
Pero si no se amarra la acreditación a la entrega de recursos, ¿cómo se asegura la calidad?
La U. de Las Américas no busca competir con la U. de Chile, tienen otra misión y lo logran. Se debería seguir potenciando lo que ha hecho el Mineduc: entregar información, hacer público los datos de titulación y retención, por ejemplo. Hay que potenciar esto para que el alumno pueda elegir previa postulación.
Pero ahí correría el riesgo de pactar con una universidad y seguir endeudándose.
Ocurre que el crédito que todos llamamos con aval del Estado, no tiene aval del Estado durante los primeros años, que es cuando se produce la mayor deserción. Los alumnos que entran tienen como respaldo a la misma institución, el estudiante es el primer sujeto de crédito en un 10% y la institución en el 90%. Esto va cambiando a lo largo de los años en la medida que el alumno progresa en la carrera. El Estado recién se hace cargo cuando el joven egresa. A mí me parece que es cuestionable la existencia de esta relación entre tener acreditación y acceso a este crédito.
¿Y cómo se podría perfeccionar ?
Primero no se debería restringir el acceso al CAE hasta que la institución haya apelado a todas las instancias. El primer paso de apelación se realiza ante la CNA y luego al Consejo Nacional de Educación. Una vez terminado el proceso, debería hacerse recién efectiva cualquier medida que trae como consecuencia pérdida del crédito y que pone en peligro -por cierto- la subsistencia de cualquier institución del país.
RANKING
La UDD este año decidió mantener el ranking al 10%, ¿por qué se tomó esa decisión?
Los efectos de cambiar la ponderación son inciertos. La opinión de los expertos está dividida y es la razón por la que nosotros decidimos no introducir cambios hasta mirar qué es lo que pasa a largo plazo con la modificación del Consejo de Rectores (Cruch).
Cuando el año pasado finalmente se decidió incluir el factor en la fórmula, ¿fueron consultados?
No, a nosotros nos informaron, pero nadie nos pidió la opinión. Se nos dijo: esto se va a implementar y punto.
¿Qué evaluación tienen del ranking?
No estoy contra la medida y creo que es valiosa y debiese ser usada por universidades de acuerdo a sus propios criterios de selección, que no son iguales en todas las instituciones. Por ejemplo, a nosotros nos interesan los jóvenes con perfil de liderazgo. Pero no es razonable que un grupo de expertos, por conocedores que sean de un tema, tomen una decisión así de inconsulta, sin escuchar la opinión de nadie.
¿Se debió haber esperado y ver cómo funcionaba el factor antes de aumentar la ponderación?
Estos cambios van a afectar a muchas personas en el largo plazo y por lo tanto creo que el sistema también pudo haberse dado un plazo distinto para analizarlo. De partida, a mí no me parece razonable que se esté discutiendo hoy día respecto de qué es lo que va a ocurrir con los alumnos que van a dar la PSU en cinco semanas más.
Los alumnos han tomado decisiones y han contado con cierta información a lo largo de toda su enseñanza media y ahora les cambian las reglas del juego, no me parece que estas decisiones tengan que tomarse respecto a la generación que está a punto de ingresar al sistema, deberíamos estar discutiendo para las generaciones del 2016.