Felipe Alessandri: "A los inmigrantes hay que acogerlos y no estigmatizarlos"

Alessandri

A dos días de asumir formalmente el sillón de la Municipalidad de Santiago, el alcalde electo, Felipe Alessandri (RN), toma distancia de la ofensiva en contra de la inmigración activada desde Chile Vamos: "Los inmigrantes tendrán el apoyo de este municipio, porque hay que dar oportunidades y no estigmatizar". También anuncia sus primeras medidas como edil.




Dos invitaciones especiales para su asunción en el cargo de alcalde de Santiago -el martes 6- envió Felipe Alessandri (RN): a los generales de Carabineros de la zona de Santiago. Una señal -dice- para lo que espera sea uno de sus sellos a la cabeza del municipio más importante del país, la seguridad pública. La tercera fue para el ex Presidente Sebastián Piñera, quien es "su candidato" a las presidenciales 2017.

¿Comparte la ofensiva que se desató en Chile Vamos respecto de los inmigrantes?Solo en parte.

¿En qué parte sí y en qué parte no?Creo que Santiago es de todos, que todos caben y que tenemos que incluirnos. O sea, tenemos que tener en esto una mirada a largo plazo e inclusiva. La estigmatización que ha habido no corresponde a la realidad. La delincuencia no tiene nacionalidad.

¿Se equivocó la derecha al asociar la inmigración con la delincuencia?

Cerca del 2% de los inmigrantes son sorprendidos en delito y hay que combatir frontal y directamente la delincuencia, pero uno no puede estigmatizar que todos los migrantes son delincuentes. Y eso es lo que se está transmitiendo. Yo voy a perseguir al chileno, al colombiano, al peruano, al haitiano, al que delinque, con toda la fuerza que nos da la ley, pero sin distinguir nacionalidad.

¿Hay rechazo de los santiaguinos a la población inmigrante?

Hay una xenofobia en ciernes. En los santiaguinos se produce mucho rechazo por este tema del hacinamiento. Pero eso es porque hay connacionales chilenos que abusan de los migrantes que llegan sin redes, que no tienen dónde conseguir aval, entonces en una casona que antes era para una familia, para dos familias, terminan viviendo, sin exagerar, 50 personas. Eso produce que la gente haga su vida afuera: cosas tan obvias como tender la ropa, la celebración de un cumpleaños, celebrar a su selección de fútbol o llorar cuando pierden, porque adentro están totalmente hacinados. Eso empieza a generar en los barrios externalidades. Pero ese tipo de cosas tenemos que atacarlas yendo al arrendador que está ejerciendo un comercio que tiene que ser regularizado: ir con el Servicio de Impuesto Internos, con la Dirección de Obras, exigirles salidas de emergencias, baños adecuados, etc.

¿Está de acuerdo con el proyecto de ley que busca agilizar la expulsión en caso de que algún inmigrante cometa algún delito, que es lo que está proponiendo Chile Vamos?

A ese proyecto hay que darle una vuelta de tuerca y afinarlo. Afinarlo mucho más. Yo creo que no es la solución. No se puede legislar de acuerdo a la coyuntura. Puedo hablar con libertad, porque no estoy encapsulado en este debate presidencial que surge, hay que tener una mirada a largo plazo. Por favor, seamos serios en esto, demos acogida. No es fácil irte de tu país a otro país y empezar una vida nueva. Hay que tratar de atender sus necesidades. Yo no creo que se vaya en la línea correcta en ese aspecto. Sí creo que hay que fiscalizar el microtráfico, la prostitución, el hacinamiento, pero en la raíz del problema y sin discriminar por nacionalidad.

¿Los inmigrantes son un factor de riesgo en Santiago en el tema de la seguridad?

Como también lo pueden ser los connacionales. Hay sectores en que, obviamente, ha habido problemas, pero también podría decir que hay santiaguinos que generan problemas. Conozco bien lo que pasa en la Plaza Bogotá, con la prostitución en calle San Antonio, en el barrio Yungay… Lo que no quiero es estigmatizar. Si el 2% de los delincuentes según las estadísticas es población migrante, ¿qué pasa con el 98% de los otros que vienen a aportar al país?

¿Qué puede esperar un inmigrante de usted en Santiago?

Apoyo desde el municipio, les vamos a entregar todas las herramientas que el municipio pueda para que logre insertarse en la sociedad, darle oportunidades, encaminarlos y fiscalizar también cuando se cometan incivilidades, pero los establecimientos de Santiago van a estar abiertos para ellos; los consultorios también, porque soy de los que creen que la diversidad enriquece. Santiago es un lugar de encuentro, es una comuna multicultural, multirracial. Y los que viven acá, independiente de su origen o condición, son santiaguinos y yo voy a trabajar para ellos.

"Ahora me han llamado más"

¿Cómo ve con la perspectiva del tiempo y del triunfo su campaña en Santiago? ¿Se sintió acompañado?

Mi campaña fue austera. Yo no busqué apoyo de los partidos políticos ni de los parlamentarios, porque estaba muy seguro de lo que los vecinos querían. Eso sí, me sentí muy respaldado por mi partido en todo momento.

¿Cambió su imagen en la derecha después del triunfo?

Me han llamado más, es normal. Pero también hay muchos que estuvieron conmigo siempre y quiero reconocer a Amplitud, la mesa nacional de Renovación Nacional, el diputado Felipe Kast.

¿En la derecha usted se considera un liberal o un conservador?

Más bien liberal en lo valórico, en lo económico también.

¿Es de los que creen que RN debe apoyar la reelección de Sebastián Piñera?

Hay que ser realistas. Mi candidato es Sebastián Piñera, pero dicho eso, creo que es muy bueno para el sector que hagamos primarias.

¿Qué le pareció que la concejala Carolina Lavín renunciara a su cargo para postular al Congreso? La voy a echar de menos, porque trabajé con ella como concejal. Me sorprendió y tendrá que asumir las consecuencias también de si la ciudadanía piensa si fue correcto lo que ocurrió. Carolina Lavín quería ser candidata a alcaldesa y por las circunstancias por todos conocidas la bajó su primo. En el papel no es lo que más me gusta, pero en los casos puntuales, como el de ella, creo que había mérito para que por lo menos lo evaluara, lo decidió muy consciente de las consecuencias y yo respeto su decisión.

Marchas en fin de semana, terreno y cámaras de vigilancia

¿Ha pensado en cuáles serán sus primeras medidas?

Ha sido un proceso intenso, pero estoy feliz. Quiero mantener la cercanía con los vecinos, así que ya dispuse que dos tardes a la semana el alcalde va a estar en terreno. Vamos a ir variando el día, pero quiero dedicarme un día entero a -por ejemplo- visitar un consultorio, un colegio, recorrer un día sentado con los camiones de basura. Necesito saber de primera fuente lo que está pasando, cómo funcionan, para poder hacer los cambios que se requieran.

¿Qué pueden esperar los seis mil funcionarios de Santiago?

Porque ha habido ruido sobre despidosVengo a trabajar con ellos. Lo que ha pasado es que se montó una administración paralela, a honorarios. Todo está dentro de los márgenes legales, pero tenemos una planta muy grande. Administraciones anteriores decían, mira, traigo este funcionario a honorario a hacer esta pega, pero en la planta ya estaba eso establecido, o sea, había un funcionarios para eso. Lo que hay es una lista de funcionarios que renuncian ahora y se van con la administración saliente. Eso se conversó y está perfecto.

¿Cómo calificaría el proceso de cambio de mando?

Ha sido bastante republicano y colaborativo. Hemos tenido diferencias, que es natural que se produzcan. Algunos funcionarios que yo pensé que se iban con la administración y se han querido quedar…, la renovación de contrata y honorarios. Pero es parte del cuento y yo vengo aquí a buscar soluciones. Vamos a salir adelante con ellos, darles la oportunidad de que se alineen con las nuevas directrices que quiero dar a mi administración, y si ellos cumplen, bienvenidos. Aquí no queremos cortar cabezas.

¿Tiene una idea acabada de cuál es la situación financiera de su municipio?

No tengo información detallada, porque todavía no asumo el cargo. Tengo una idea distinta a la alcaldesa, y para evitar cualquier tipo de cosas vamos a pedir una auditoría cuando lleguemos. Yo entiendo que hay un déficit importante en materia de educación y un déficit global que supera bastante los seis mil millones.Durante la campaña hizo anuncios polémicos, como la regulación del comercio en la calle, el fin de los carritos con comida, sacar fotos a clientes de la prostitución…

Soy un convencido de que el uso del espacio público determina la ciudad, y bajo esa premisa tenemos que trabajar en ordenar el comercio ambulante ilegal. No es que esté en contra de los carros de comida, pero tenemos que buscar que se regularicen, que pasen por la Seremi de Salud. No hay que caricaturizar, no es que quiera transformar esto en Vitacura o en algo por el estilo, pero tenemos que ordenar el centro. Vamos a actuar con medidas objetivas y vamos a exigirles, con sanción sanitaria, cierta condición a los carros y ellos tienen que entender que en el casco histórico, donde todos quieren estar porque transitan cerca de dos millones de personas al día, no caben todos. Ver la forma no es fácil. Y respecto de las fotografías, nosotros lo que sí vamos a atacar frontalmente es el tema de la prostitución en la vía pública. Porque afecta a los vecinos y una de las medidas -una de las tantas- son las fotografías, que no lo descartamos.

En términos de seguridad, ¿ha pensado cuáles serán sus medidas?

Trajimos a un coronel en retiro de Carabineros como director de seguridad, Pablo Fernández, que va a ser un sello importante. Vamos a ocupar las cámaras, queremos realmente hacer una política ocupando las tecnologías, vamos a ver si la instalación de globos amerita o no, porque también es importante. La cámara es estática, pero con el globo tú puedes perseguir. La gente de Santiago quiere seguridad y yo voy a hacer todo lo que está en mis manos, con las tecnologías disponibles. Queremos también duplicar la flota de vehículos y motos que tenemos hoy día, para que se note el cambio en materia de seguridad.

Respecto de marchas y movilizaciones, ¿cuál será su postura?

La caja de resonancia que tiene que marchar por la Alameda, donde están los edificios más importantes de la República, donde están los ministerios, es mucho más importante que pasear por otra comuna donde no están esos edificios. Y en ese sentido tenemos que buscar las alternativas que generen la menor cantidad de externalidades negativas. Por ejemplo, los días sábado, los días domingo o día de semana, en horarios en que puedan manifestarse, pero también el comerciante pueda trabajar, y el que necesita salir de su casa para salir a trabajar en su automóvil no esté interrumpido por la marcha. Lo que sí, yo no voy a hacer de caja pagadora de las marchas autorizadas por otros. Ahora el intendente autoriza y el alcalde paga. Y hay sectores -como Lastarria- donde voy a hacer todo lo posible para que no se den autorizaciones para marchar.

¿Y la definición sobre movilizaciones y tomas en colegios?

Fue un compromiso de campaña y hoy día ya, como alcalde electo, lo voy a mantener: habrá desalojos. Pero dicho eso, también vamos a conversar con las comunidades estudiantiles. Ya me junté con los ocho rectores de los liceos que perdieron la excelencia; tan pronto asuma voy a convidar a los centros de alumnos, a los profesores, a los apoderados y tratar de disuadir para que no haya manifestaciones. Queremos tener también un delegado alcaldicio en los colegios, en la dirección de educación, ya que de repente las marchas comienzan por temas pequeños: que un baño lleva un año sin funcionar, que la piscina del Liceo 1 está mala hace no sé cuántos años y nadie la ha arreglado. Cosas menores. Hay que tener a alguien que empiece a detectar esos problemas trabajando con la comunidad. Pero también, si conversamos, agotamos toda las instancias de diálogo, de solución y se toman los colegios, voy a desalojar, porque unos pocos no pueden secuestrar al resto de los estudiantes que sí quieren estudiar. Y hasta cuándo seguimos llamándolas tomas. Yo asocio toma a la toma del Morro de Arica, que podría ser una gesta heroica. Esta es una ocupación ilegal. De repente toma tiene como una acepción romántica. Esta es una ocupación ilegal y, generalmente, es de unos pocos.

¿Qué le parece el autoexilio de la aún alcaldesa Carolina Tohá de la primera línea, al menos por un tiempo?

Ella tendrá que evaluar dónde quiere seguir, pero conociéndola estos cuatro años, no me cabe duda de que una vez analizado eso, va a volver a la política contingente.

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