Felipe Gutiérrez fue uno de los 14 sparrings que Marcelo Bielsa llevó a Sudáfrica para preparar a la Selección Chilena de cara al Mundial del 2010. Por ese entonces, el volante ya destacaba por sobre el resto. "En un entrenamiento le hizo un gol de mitad de cancha a Miguel Pinto que todos aplaudimos. Tenía una técnica increíble y mucha velocidad", recuerda Juan Carlos Espinoza, compañero suyo en aquel equipo de juveniles.

El mismo Bielsa veía en Guti un gran potencial. De hecho, lo hizo ingresar en dos partidos de un mismo día a jugar por la selección adulta en la etapa preparatoria para Sudáfrica: ante Irlanda del Norte (desde el 90') e Israel (45').

Cuatro años después, Gutiérrez nuevamente irá a un Mundial, pero esta vez para jugar. Será el único sparring de Sudáfrica que dirá presente. Su hermano mayor, Orlando, lo ve como un premio a su esfuerzo: "Acá nadie sabe lo difícil que ha sido para él. Su primer año en Holanda estuvo muy solo, en un país con un idioma complicado y un invierno duro con días que terminan a las cinco de la tarde. Muchos pensaron que no duraría en Europa, pero Felipe le quebró la mano al destino".

Orlando, que juega en Everton de Viña, recuerda una infancia junto a Pipe siempre apegada al fútbol. "Nunca fuimos buenos para los estudios, sólo pensábamos en jugar a la pelota. ¿Si era de la U? cuando chico sí, porque nuestros padres y todos en el barrio donde vivíamos (Quintero, V Región) eran de ese equipo, pero apenas llegó a la Católica se hizo hincha cruzado", dice.

Y el responsable de que llegara a Universidad Católica fue Alfonso Garcés, captador de talentos que ya había llevado a la UC a jugadores como Mauricio Isla, Gary Medel y Jean Beausejour. "A Felipe lo venía siguiendo hace tiempo, pero recién el 2008 lo pude traer a Santiago gracias a que su madre me ayudó a conseguir sus papeles de Everton (club dueño de su carta). Ella quería que Felipe estuviera con nosotros, porque sabía que le entregaríamos buena salud, educación, residencia y  viáticos, tal como fue", cuenta Garcés.

Su delgada contextura física nunca fue un problema, ya que "eso lo reemplazaba con su gran técnica y velocidad", según el mismo captador, a lo que agrega: "Si hoy le va bien en Holanda, en donde enfrenta a rivales de gran fuerza y contextura, es porque también ha mejorado su físico. No es un tema de musculatura, sino que de potencia, y eso la gente lo confunde".

Luego de debutar en junio del 2009 por el primer equipo de la UC (partido ante Santiago Morning), la carrera de Pipe ha ido en un constante ascenso. "No tiene un techo, pero él sólo piensa en el día a día. Por eso, hoy su objetivo es tener un gran Mundial", asegura su hermano Orlando.