Tras pasar sus vacaciones en Uruguay, el actual diputado y senador electo PPD aborda la primera polémica que ha afectado al proceso de instalación del futuro gobierno de Michelle Bachelet, centrando en los partidos políticos la responsabilidad por los errores en las designaciones de subsecretarios e intendentes que hoy aparecen cuestionados. Asegura que las críticas que surgieron por parte de dirigentes del bloque se debieron realizar a través de los conductos regulares y no en medios de comunicación.

¿Solucionar el tema de los subsecretarios e intendentes cuestionados debe ser una prioridad del futuro gobierno a contar de este lunes?

Creo que es parte de un proceso. Me parece que fue acertado que el futuro gobierno se haya tomado un par de semanas para decidir, puesto que un gobierno serio, como es el de la Presidenta Bachelet, actúa con información y no bajo presión.

Pero dirigentes de la Nueva Mayoría criticaron la falta de una vocería de verano que permitiera despejar dudas respecto a este tema.

Exigir vocerías a un gobierno que todavía no asume no me parece adecuado, sobre todo considerando que hay un período de vacaciones. No nos olvidemos que el equipo que va a encabezar el gobierno de la Presidenta Bachelet tuvo un trabajo desde las primarias hasta la segunda vuelta.

¿Cree que el conflicto que se desató con estas designaciones empañó el proceso de instalación del futuro gobierno?

Eso es parte de una operación política. Resaltar con tal magnitud la situación de ambos subsecretarios y generar una idea de crisis para empañar la instalación, me da la impresión de que no es un evento aislado si no que responde a una operación política destinada a evitar que se pongan en discusión los temas realmente de fondo, que son por ejemplo las herencias que vamos a tener del gobierno de Piñera y la profunda crisis que vive la Alianza tras su peor derrota.

Pero las críticas no sólo han surgido desde el oficialismo. De hecho, en la Nueva Mayoría las han liderado.

Por supuesto que hay algunos de la Nueva Mayoría que aprovechan la oportunidad para manifestar solapadamente su frustración por no haber podido cumplir sus eventuales expectativas personales. Siempre las cosas se pueden hacer mejor, pero me parece que los dirigentes de partidos políticos y particularmente los voceros de verano requieren entender que cualquier tipo de cuestionamiento, observación, de aporte, debe hacerse a través de los conductos regulares y no a través de los medios de comunicación, porque se generó una sensación de descoordinación que no es buena para el bloque. Mientras el equipo de la Presidenta Bachelet tomó vacaciones, lamentablemente el equipo de partidos políticos no fue capaz de aunar vocerías, por lo que creo que el error tiene más bien que ver con los partidos políticos, no con el equipo de la Presidenta Bachelet.

El encargado de este proceso habitualmente es el ministro de Interior. ¿Cómo cree que actuó Rodrigo Peñailillo?

Creo que actuó de manera adecuada, con la información que tenía disponible. Ciertas cosas se pueden mejorar, los equipos tienen que ir afiatándose poco a poco, pero mi percepción es que la responsabilidad recae en las personas que postulan a gente a determinados cargos y que no advierten ciertas incompatibilidades y eventuales cuestionamientos. Además, creo que también es importante distinguir los tipos de cuestionamientos. Aquí han surgido voces que intentan establecer vínculos familiares como razón de incompatibilidad, como es el caso de la subsecretaria Echeverría y eso me parece extremar un argumento que no es adecuado.

Walker declaró ayer que la DC advirtió de las aprensiones hacia Peirano. ¿Qué paso ahí?

Es más delicado que el presidente de un partido le proponga a una nueva administración un nombre que él considera que podía ser objeto de cuestionamiento y en consecuencia creo que la primera responsabilidad está en los partidos.

¿Cómo enfrenta las críticas que han surgido desde su propio partido a la designación de su esposa como subsecretaria?

Yo lo que hice fue entregarle al presidente del partido una nomina de personas, gran parte de las cuales tenían dos grados académicos y una extensa experiencia privada. Y en el caso de mi mujer, déjeme decirle que no tuvo nada que ver. Ella no estaba en la nómina del PPD y entre ella y la Presidenta Bachelet existe una relación profesional y personal desde hace muchos años.

Una vez solucionado el tema de los cuestionamientos, ¿cuál debe ser la próxima preocupación del futuro gobierno?

Hay un debate que no se ha iniciado aún y que tiene relación con las herencias, unas positivas y otras negativas. Este gobierno ha intentado proyectar la imagen que todas las herencias que dejan son positivas, y la verdad es que los indicadores nos están indicando que están lejos de ser positivas y hay algunas que son bastante preocupantes. Aún no asume la Presidenta Bachelet y ya el Banco Central y los expertos económicos han realizado una proyección de crecimiento para 2014 que está bordeando el 4% o más bajo. La herencia que nos deja el Presidente es una contracción del crecimiento. A esto se suma un déficit en la cuenta corriente y eso es un problema, porque significa que habrá menor cantidad de recursos para enfrentar las demandas sociales.