A dos días de que los dirigentes de Chile Vamos acudan al Servel a inscribir las primarias presidenciales de su coalición, Felipe Kast, precandidato de Evolución Política (Evópoli), remarca sus diferencias con Sebastián Piñera y Manuel José Ossandón.
El diputado advierte que el bloque opositor debe estar preparado para el cambio cultural del país, el que, incluso, a su juicio, puede cambiar la geografía política de Chile.
¿Se hacen o no las primarias presidenciales de Chile Vamos?
Afortunadamente, sí. Había algunos voceros de Chile Vamos que lo pusieron en duda por un error conceptual bien grave. Hoy tenemos la posibilidad de mostrarle al país que no solo somos un club de amigos, sino que es un proyecto político de distintas miradas, con diversidad, cosa a la que la Alianza no estaba acostumbrada. Después, Sebastián Piñera salió a decir que estaba disponible, dejando sin piso a sus voceros. Ojalá tengamos una primaria sana, con debate, contenido y no solo con golpes bajos ni descalificaciones, y ese es, básicamente, el objetivo de Evópoli desde el día uno. Muchos nos decían 'por qué no van a primera vuelta, pueden tener más visibilidad'. Nosotros estamos en esto por un proyecto a largo plazo, estamos tratando de que la centroderecha evolucione, que tenga un mundo liberal relevante dentro de sus polos. Que ese mundo liberal no esté en la izquierda que, desgraciadamente, así había ocurrido tradicionalmente.
La Nueva Mayoría está encaminada a prescindir de las primarias. ¿Cómo queda el escenario?
Hace muy rico el espacio para Chile Vamos de no solamente ser una opción de descarte porque la Nueva Mayoría lo hizo mal, para volver al poder, sino que para mostrar un proyecto a largo plazo. Aquí, la tentación es la mirada cortoplacista, de golpear a la Nueva Mayoría como si ese fuese "el" problema de Chile. El proyecto político tiene que ser muy robusto, por eso es tan importante el sueño país. La centroderecha siempre fue vista como la que no quería cambios, hoy Chile sí quiere cambios y tenemos que ofrecerlos desde nuestra mirada de la libertad, que es el eje que ordena a Chile. Aquí no solo hay un debate por los votos, también hay un debate cultural que debemos ganarlo con ideas. Si como Chile Vamos llegamos al gobierno no solo para administrar el Estado -que es importante hacerlo-, sino con un sueño de largo plazo, nuestro gobierno no va a ser solo un paréntesis de cuatro años. Eso incluso puede cambiar la geografía política de Chile. Y aquí Evópoli juega un rol muy importante: es un clivaje para hablarle a ese mundo liberal de la centroizquierda, a esos que están defraudados porque bajaron a Ricardo Lagos, a esos que están defraudados porque Andrés Velasco fue exiliado de la Nueva Mayoría. Ahí hay un mundo y, por responsabilidad por Chile, hay que buscar ampliar la coalición. Siento que nadie más lo está haciendo. Ni Ossandón ni Piñera.
Pero hoy su pelea está en Chile Vamos...
Para que Chile Vamos no sea una coalición de trinchera, para que aspire a ser un proyecto que represente a muchos más, que no representó en el pasado y eso es lo que Evópoli ofrece. Sería notable que, en el futuro, Ciudadanos esté disponible para una coalición distinta a lo que era la Alianza por Chile. Eso significa que todos tienen que poner de su parte, partiendo por la UDI.
Si Revolución Democrática logra juntar las firmas para inscribir a Beatriz Sánchez en la primaria, quedaría una primaria de Chile Vamos y del Frente Amplio. Usted ha apuntado sus críticas a ese sector.
Ojalá que lo logren. Creo que Beatriz Sánchez está subsidiando a Revolución Democrática fuertemente para tratar de conseguir firmas. Me parece sano. Es una buena candidata, pero ojo, ellos están planteando un proyecto para Chile que es muy distinto al que conocemos. Están planteando algo que sí es perjudicial para Chile, pero tienen todo el derecho a decir lo mismo de lo que yo pienso y de eso se trata la democracia. Cuando ellos nos dicen que el problema de Chile es su modelo económico, yo les digo que de las pocas cosas que ha funcionado bien es su modelo económico. Lo que no ha funcionado bien es su modelo político, porque las cúpulas políticas tomaron el poder del Estado y lo ocuparon como un botín de campaña o como agencia de empleo.
Se ha dicho que la primaria beneficia a su candidatura y la de Manuel José Ossandón, porque esto conlleva, por ejemplo, franja televisiva. ¿Es una ventaja?
El gran beneficiado es Chile Vamos. Vamos a tener la oportunidad de demostrar que tenemos prácticas más democráticas que ellos. La franja, efectivamente, va a ser un atributo muy importante para Chile Vamos. Ojalá de contenido.
La UDI planteó la duda de hacer primarias sobre todo por el fuego amigo. ¿Cómo se va a diferenciar? ¿Cree que va a haber un desgaste de la mejor candidatura?
El peor desgaste sería que tanto Ossandón como yo fuéramos a primera vuelta. Con las primarias prima la unidad. Dicho eso, no digo que no tengamos una campaña donde nos diferenciemos. Es parte del debate, no quiero una primaria de cartón. Distinto es los ataques como decirle al otro 'es penca', 'es ladrón'. De alguna manera el golpe bajo, poco elaborado, descalificativo, el patrón de fundo es lo que uno no quiere. Uno quiere tener un debate programático. Ossandón cree que el problema para Chile es Sebastián Piñera. Sebastián Piñera y los partidos que lo representan creen que el problema para Chile es la Nueva Mayoría. Nosotros creemos que el desafío -y no el problema- es enfrentarse culturalmente a esta nueva izquierda, liderada por el Frente Amplio. Nuestra generación tiene que enfrentarse a ese debate, qué es lo que falló en Chile, qué funcionó bien, y en ese debate es importante cambiar la geografía política de Chile. Para ser exitosos necesitamos sumar aliados que en el pasado estaban al otro lado de la vereda. Yo con una Mariana Aylwin, con un Andrés Velasco, con un José Joaquín Brunner siento que debiéramos ampliar.
Para cerrar el tema de las primarias: dado que el escenario está muy revuelto, insistimos, ¿hay primarias?
Hay primarias a no ser que algo muy extraño ocurra, pero no veo qué pueda ocurrir. Yo no me voy a bajar y entiendo que Ossandón tampoco se quiere bajar. Y Sebastián Piñera ya lo aclaró.
Es un hecho que usted no marca en las encuestas. De no triunfar, ¿cuál es su plan después de la primaria?
En la política uno puede actuar con convicción o con la calculadora. Lo más fácil para Evópoli habría sido negociar, decir que nos den un ministerio. No. Nosotros estamos por convicción. Estar pensando qué hacer en caso de que uno pierda no corresponde.
Pero usted es diputado y representa a Santiago. Es inevitable plantear qué ocurrirá luego.
Si yo no gano en las primarias, me voy a poner a disposición del partido. Además de mi persona, estamos armando una plantilla parlamentaria con presencia en 25 distritos y eso es muy relevante.
¿Evópoli ha tensionado la negociación parlamentaria por la cantidad de cupos que ha pedido?
No hemos tensionado, son ellos que dicen que quieren muchos más cupos. Nosotros, donde no tengamos candidatos, felices les damos todos los cupos, pero donde compitamos, no queremos que esa persona vaya al suicidio.
La semana pasada hubo una reunión de Evópoli con el coordinador político de la campaña de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick. ¿Se busca un acercamiento?
Siempre es sano tener comunicaciones abiertas y ojalá lo más formales y sanas posibles. Es importante que se sepa: no tenemos mala disposición hacia Sebastián Piñera. La diferencia que tenemos con él es política, que nosotros representamos un nueva forma de política que quiere abrir espacios. ¿Cómo es hoy su relación con Sebastián Piñera?
Es bastante sana y buena. No lo veo a diario, porque estamos compitiendo.
¿Siente que Piñera está más a la derecha?
He visto que el problema de Sebastián Piñera es que algunos de los dirigentes de los partidos que él representa se han derechizado mucho, entonces, eso lo contagia un poco a él. Cuando ves que la presidenta de la UDI se ha derechizado más de lo que era Hernán Larraín, claramente eso va generando una visión, pero creo que Sebastián Piñera es lo suficientemente inteligente como para entender que tiene que moverse de ahí. Que no es el camino correcto y que, al contrario, hay una gran mayoría de chilenos que están huérfanos y que, como sector, tenemos que invitarlos a ser parte del proyecto.