El gran interés que ha despertado Latinoamérica entre los asistentes al Foro Económico Mundial destaca el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, desde la ciudad suiza de Davos, donde se desarrolla este encuentro que reúne a líderes económicos, políticos y empresariales. Explica que, por un lado, resaltan los países con mayor crecimiento, como Perú y Chile; por otro, los que se están expandiendo muy poco, como Argentina y Brasil, y entre estos dos grupos, los que muestran un incremento medio, como Colombia y México.
Agrega Larraín que "para Europa hay mejores perspectivas de las que teníamos el año pasado, pero igual con problemas". Y EE.UU. deberá afrontar las opciones que tiene para despejar su situación fiscal.
"Hay una situación con mejores perspectivas, pero con complejidades. Me voy con un moderado mayor optimismo, pero subrayo lo moderado, porque creo que no podemos cantar victoria todavía a nivel de la economía mundial, que sigue estando en complicaciones, si bien es cierto pasó el momento más malo".
¿Se ve la luz al final del túnel?
Uno puede decir que se ve algo de luz al final del túnel, pero todavía queda un buen rato dentro del túnel.
¿Cómo podría afectar la actual situación internacional a la economía chilena?
El escenario externo es menos malo de lo que podíamos ver en el peor momento del año 2012. Esto me da una relativa tranquilidad de que Chile va a seguir creciendo bastante más que la economía mundial, va a seguir creando empleo, con salarios al alza, pero no cantemos victoria ni pensemos que esto es fácil y que ya se resolvieron los problemas. No corresponde ponerse eufórico por lo que está pasando en este momento, simplemente corresponde tener algo más de tranquilidad.
¿Y qué actitud corresponde respecto de la economía chilena?
Corresponde celebrar el extraordinario momento de la economía chilena. El hecho de que la tasa de desempleo haya sido la menor de los últimos 40 años es para celebrar. Esta es una economía que crece, que crea empleo, con salarios reales que están aumentando más del 3% y donde, además, la inflación está contenida. Hago hincapié en esto porque hay pocas economías en el mundo en donde tengamos una combinación tan virtuosa como la que está viviendo la economía chilena. Pero sí hay que decir que el éxito del pasado no garantiza el crecimiento futuro.
Cifras como la presentada por el empleo producen preocupación en algunos sectores, dados los efectos que podría generar en los salarios, sobre la demanda interna y eventualmente sobre la inflación…
Las presiones de demanda existen, pero no tenemos una situación de sobrecalentamiento. El año pasado el gasto público creció en torno a 5% -que es bastante menos de lo que habían estimado los analistas, que habían dicho incluso un 7%- y eso ayuda a no tener presiones mayores sobre la inflación y sobre el tipo de cambio. Es lo que hace una política fiscal que apoya.
Hay quienes sostienen que detrás del crecimiento del gasto público en torno a 5% pudo haber subejecución y que se haya dejado de ejecutar programas relevantes.
No. En el año tuvimos una ejecución bastante más plana, menos pronunciada en el último trimestre. No dejamos a un lado proyectos de inversión, sino que hubo moderación en el gasto corriente.
En 2012 y este año habrá un déficit estructural de 1%, que es la meta planteada para 2014. ¿Se revisará ese objetivo?
En nuestro gobierno hemos hecho el doble del esfuerzo, porque hemos avanzado dos puntos completos en reducir el déficit estructural, ya que recibimos tres puntos de déficit. Será una decisión del próximo gobierno si quiere seguir entre -1 y 0 y avanzar un cuarto de punto por año, lo que me parece una cosa razonable.
La cuenta corriente cerraría el año 2012 con un déficit de 3,8%, de acuerdo con la última estimación del Banco Central, lo que también es motivo de preocupación para algunos expertos.
Cuando veamos las cifras de cierre de 2012 nos vamos a llevar una sorpresa positiva, porque el déficit en cuenta corriente va a ser significativamente inferior a lo que se había estimado, debido a que diciembre fue bastante mejor en materia de exportaciones. Y sobre el déficit en cuenta corriente, hay que tener en cuenta que obedece a tres factores: es altamente dependiente del precio del cobre; el sector público está colaborando al tener un resultado cercano al equilibrio o superavitario, por lo que es un déficit básicamente privado, y tercero, corresponde mayoritariamente a inversión.
Se ha estimado que Chile habría recibido más de US$ 26 mil millones en inversión extranjera en 2012.
Es el mayor récord en materia de inversión. Solamente Brasil recibió en América Latina más inversión que nosotros, y hay que tener en consideración los diferentes tamaños de las economías.
Esa situación también tiene un lado B, porque un importante ingreso de flujos de capitales presiona a la baja el tipo de cambio…
Nosotros tenemos un arsenal limitado de política. Estamos haciendo todo lo que podemos y estamos siempre trabajando para ver qué más hacer en nuestro ámbito. El Banco Central tiene su propio arsenal de política a su disposición, que tiene que tomar en forma autónoma.
El dólar está en torno a $ 470, que se ha mencionado como el nivel del cual tendría que descender para una eventual intervención, pero se ha advertido que esta cotización ya tiene costos en términos de empleo para la agricultura y para la pyme manufacturera…
Probablemente me gustaría ver un tipo de cambio algo más depreciado de lo que está en este momento, pero el arsenal de políticas que tenemos es limitado. Y además no sólo hay que mirar la situación del tipo de cambio, sino que también hay que considerar que muchos rubros se están defendiendo por una mejora de sus precios externos.