El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dijo hoy que el problema cambiario y del dólar es un problema internacional que Chile no maneja. "Chile vive junto con otros países del mundo en desarrollo la abundancia enorme de liquidez en dólares en los mercados internacionales y esto ha hecho bajar el valor de la moneda estadounidense, problema que sufren todos los países emergentes y todos los sectores exportadores de los países emergentes", señaló el secretario de Estado.

Larraín hizo estas declaraciones un día antes de la manifestación convocada por la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex) y la Federación Gremial de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta), para reclamar por la pérdida de competitividad del sector y la baja del dólar.

El ministro reiteró que a pesar de esta situación el gobierno ha intentado apoyar a través de la política fiscal. "En primer lugar a través de un presupuesto responsable que fue planteado al Congreso y al país en septiembre del año pasado y que fue aprobado en noviembre".

Luego, dijo que en marzo de este año anunciaron un ajuste fiscal extraordinario de US$750 millones, que apunta a reducir las presiones inflacionarias para "hacerle el camino más fácil al Banco Central en materia de aumentos de la tasa de interés, no dejarle todo el peso de este trabajo al Banco Central, y al prestar esta ayuda permiitir tasas de interés menos elevadas y así un menor flujo de capitales al país que no esté empujando el tipo de cambio hacia abajo".

Adicionalmente, Larraín destacó las medidas tomadas para abrir la cuenta de capitales hacia afuera, como elevar los límites de inversión para los fondos de pensiones en el exterior de 60% a 80%, además de la aprobación de una nueva agenda de bonos, los llamados bosos huasos.

Los organizadores de la convocatoria del agro de este lunes señalan que ésta tiene por objetivo reclamar la atención del gobierno y proponer medidas concretas que permitan reactivar un sector clave en la economía nacional, frente al problema por el que está atravesando la fruticultura de exportación producto de una sostenida baja del tipo de cambio, una crisis de competitividad, escasez de mano de obra y altos costos energéticos.