Satisfecho con la visión que entregó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) sobre Chile quedó el ministro de Hacienda, Felipe Larraín. Y es que si bien aún falta por avanzar en diversas materias, la entidad indica que se camina en la dirección correcta.
Larraín también aborda el debate que se produjo con las declaraciones del secretario general de la Ocde, Angel Gurría, quien planteó que mecanismos tributarios como el FUT podrían revisarse.
¿Quedó contento, ministro, con la evaluación que hizo la Ocde?
La ventaja de este informe es que hace un diagnóstico objetivo de la situación económica chilena y sus desafíos. Cuando hay algunos que con intencionalidad política se dedican a desconocer todo lo que ha hecho este gobierno, tener un informe económico es muy bueno, porque pone las cosas claras. Separemos el análisis objetivo del análisis político que busca disminuir los merecimientos del gobierno. La Ocde dice que los resultados económicos se deben, sobre todo, a la aplicación de políticas macroeconómicas, financieras y estructurales del país -muchas de las cuales ha aplicado nuestro gobierno; otras vienen de antes-. Hay una continuidad en el tiempo, no todo lo hemos hecho en cuatro años, es indudable que es así. Entonces, cuando se dice que este crecimiento es fruto del azar, el precio del cobre y se repiten estas consignas, francamente es lamentable que esta discusión sea tan sesgada.
Lo que se acentúa en períodos electorales...
Por supuesto que sí, pero esas críticas vienen de atrás. El primer año nos dijeron que el crecimiento era por el rebote y la reconstrucción, y les mostramos los indicadores que daban cuenta de que la inversión estaba despegando en todo el país, no solamente en las regiones afectadas. Lo mismo ocurrió el segundo y tercer año, y ya en el cuarto seguimos creciendo y mucho más que el mundo. Chile, en promedio, en estos últimos cuatro años -poniendo un 4,5% para 2013- va a crecer 1,7 puntos más que el mundo. Esto no se lograba en los gobiernos anteriores, estoy hablando del período 1998-2009; ahí crecía lo mismo que el mundo. Ahora nos despegamos y eso no es casualidad; lo dice el informe de la Ocde. Valdría la pena destacar dentro del crecimiento la productividad, que tanto se habla de ella como papagayo.
Porque está estancada...
Lo que muestra el informe es que cuando uno toma un período de 10 años, en el promedio está estancada, pero con una caída en el gobierno anterior y una recuperación en este gobierno. Lo dice la Ocde, hay un salto de productividad en el período 2010-2012, y esta productividad ha sido de entre 1 y 1,5 puntos porcentuales por año.
POLITICA PERMANENTE
Llamó la atención la precisión de Angel Gurría sobre el FUT. ¿Habló con él tras sus primeras declaraciones, donde planteó la necesidad de revisar el FUT?
Claro, y él dijo que en ningún momento planteó terminar con el FUT. El informe de la Ocde no dice nada en ese sentido, ni de aumentar la tasa del impuesto de primera categoría. Fue su comentario a una pregunta, y le quiero ser súper franco: si yo estuviera en la posición de él, y no estoy metido en la discusión interna, llego a un país y me preguntan, respondería algo similar.
¿Qué le parece el diagnóstico de la Nueva Mayoría respecto de que el FUT fue creado para elevar la inversión durante la crisis y, como el mundo ha cambiado, ya no se necesita ese incentivo?
No comparto ese diagnóstico que tiene la candidatura de la Concertación y el Partido Comunista. Este es un tema central del esquema tributario chileno donde no estamos discutiendo sobre las tasas, sino sobre su arquitectura, que está centrada en las personas como receptores últimos del ingreso porque las empresas pertenecen a las personas. Eliminar el FUT sería pasar a un esquema único en el mundo donde se haría tributar a las personas por utilidades que no han recibido. Lo curioso es que se quiere hacer pagar a las personas sin que reciban dividendos, esa es la propuesta que hay tras la eliminación del FUT y yo me pregunto qué les parece a las personas que pueden tener que endeudarse para pagar impuestos por utilidades que no han recibido.
Pero Alejandro Micco, asesor del comando de Bachelet, aseguró que las personas que tienen acciones en sociedades anónimas abiertas no pagarán impuesto si no han recibido beneficio.
¿Y cómo va a ser eso entonces si ahora operaría sobre la base devengada? O van a ser las empresas las que paguen? La verdad es que habría que conocer la propuesta final porque hasta ahora hemos conocido una serie de ideas que llevan a concluir que las personas deberán pagar por utilidades que no han percibido. El otro tema central es que esto rompe el principio del incentivo a la inversión. En el esquema actual hay un incentivo a que las utilidades sean reinvertidas en las empresas, lo que se rompe si las personas y empresas deben pagar impuestos independiente de que las distribuyan o no. Ese ha sido uno de los elementos claves que nos tiene con la tasa de inversión más alta al menos en medio siglo, y posiblemente en la historia de Chile, casi 27% del PIB a precios constantes.
¿Ese sería el riesgo de eliminar el FUT?
Creo que hay un incentivo enorme a la inversión que está en riesgo. Pero las propuestas tributarias van mucho más allá. Me parece una mala idea eliminar el FUT. Que se pueden hacer propuestas, que se puede estudiar, sin duda, pero eliminarlo es otra cosa bien distinta.
¿Usted cree que el FUT funciona bien o podría ser perfeccionado?
Creo que el FUT funciona bien. Si hay alguien que abusa del mecanismo del FUT se debe ir detrás del abuso, pero no eliminar el FUT. Es como decir hay casos de evasión importante en el IVA, entonces ¿tenemos que eliminar el IVA?, por favor! Siempre estaremos dispuestos a ver propuestas de perfeccionamiento. La prueba más clara de aquello es que en nuestra última reforma tributaria de 2012, avanzamos en la eliminación de varios mecanismos de elusión. Además, estamos haciendo algo que tiene que ver con mejorar los fondos de inversión privado a través del proyecto de ley única de fondos para que los fondos privados sean utilizados como estímulo a la inversión y no como una manera de eludir impuestos.
Quienes defienden el FUT plantean que se trata de una política permanente de más largo plazo que grava el gasto y no los ingresos...
Sí, creo que el FUT es una política más permanente de incentivo a la inversión. El esquema tributario chileno es muy respetado por su arquitectura y estructura que incentiva la inversión. Los que dicen que esto fue creado para otra realidad ¿consideran que Chile ya se graduó en materia de inversión? Yo creo que no es así. Chile debe seguir haciendo esfuerzos en materia de inversión. Y tenemos que seguir incentivándola de manera eficiente. Por ello, hemos reducido el impuesto de timbres y estampillas, creado el incentivo del 14 quáter para que las pymes no paguen impuesto a la renta por las utilidades reinvertidas, y ahí tenemos más de 70 mil empresas.
Entre los críticos del FUT se afirma que las beneficiadas son las grandes empresas y no las pymes.
He visto mucha preocupación de las pymes por este tema y no creo que lo estén diciendo para defender a las grandes empresas. Esto es como decir dónde se generan las grandes utilidades, es de perogrullo que en las grandes empresas, lo que no significa que no lo use la pyme, mire lo que le pasa a una pyme sujeta al 14 bis, al 14 quáter, no paga por lo que reinvierte. El empresario puede estar sujeto a una tasa de 30% a 40% y lo que estamos diciéndole acá es que al terminar el FUT se quiere, además, eliminar todos los regímenes de incentivo a las pymes, le estamos diciendo que quien tributa cero va a ir a tributar su tasa de impuesto personal. He conversado con muchos empresarios de distintos tamaños y todos valoran el sistema, a nadie le gustaría tributar por la tasa de impuesto personal en la utilidad de la empresas independiente que lo retire o no. Me sorprende que vean al FUT como el diablo con cola y cachos. Además, al eliminar los regímenes especiales del tipo 14 bis o 14 quáter, muchas pymes verán crecer la tasa de los PPM mensuales que pagan, es decir les quitarán capital de trabajo a las pymes. Esto es justamente lo que no hay que hacer porque una de las cosas que más necesitan las pymes es capital de trabajo.
Esto no es nuevo. Hace 10 años, el ex ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre enunció la necesidad de revisarlo, ya que según él había "perritos" que se comían el FUT.
Sí claro, pero los perritos que se comen el FUT son justamente aquellos que cargan gastos a nivel de la empresa, pero eso va a ocurrir con o sin FUT y eso hay que atacarlo a través de otros mecanismos , es decir, no es el FUT el que está produciendo el problema. El tema de los perritos tiene que ver con el control de los gastos necesarios para producir la renta; es un tema de administración y no de política tributaria. Es dispararle al blanco equivocado.
AFP ESTATAL NO ES LA SOLUCIÓN
El ministro advierte que uno de los mayores desafíos de Chile está en materia de pensiones, considerando el cambio demográfico y las lagunas previsionales. Las mujeres se retiran a los 60 años y viven casi 20 años más, y algo similar ocurre con los hombres (jubilan a los 65 años). "Es una buena noticia que vivamos más; el problema es que si trabajamos lo mismo, cómo hacemos para financiar una jubilación más larga", apunta. Larraín abordó este punto con Gurría, a quien planteó que Chile y EE.UU. tienen una esperanza de vida similar (79,7 años y 79,3 años, respectivamente), pero el país del norte tiene tres veces el ingreso per cápita nuestro.
A juicio del secretario de Estado, "hay que entender que esto no es culpa del sistema. Esto responde a otra cosa. La gente que dice que el problema está en el sistema de pensiones no entiende el problema". En esa línea, asegura que ello tampoco se resuelve con una AFP estatal. "El que crea que una AFP estatal soluciona el problema no entiende el problema o está engañando a los chilenos. Es como decir que tenemos algunos genios escondidos que no están trabajando hoy en las AFP".
El jefe de las finanzas públicas señala que las soluciones no son fáciles ni de corto plazo. Como vías de solución, plantea reducir las lagunas previsionales, y eso se logra a través de empleos estables; entregar incentivos al ahorro voluntario; elevar la tasa de cotización y los aportes al pilar solidario y, por cierto, subir la edad de jubilación.