Felipe Larraín dice que existe evidencia macro y microeconómica que respalda lo que afirmó esta semana: que el crecimiento de la inversión se está desacelerando y que en ello han influido las propuestas políticas que han lanzado candidaturas apoyadas por la Concertación y el Partido Comunista. El ministro de Hacienda dice que no ha hablado de política, sino del efecto que la política tiene sobre la economía. Y que pese a la reacción mayoritaria y crítica de dirigentes de la Concertación, ha sentido el respaldo de su jefe. "El Presidente me respalda plenamente en este punto", asegura Larraín.
¿Qué evidencia hay sobre la baja de la inversión?
La formación bruta de capital fijo se desacelera fuertemente. Su crecimiento cae de 18,1% en el último trimestre del año pasado a 9,6% en el primer trimestre, como variación anual. Ello también se da en maquinaria y equipos y en construcción. En el catastro de la Corporación de Bienes de Capital, en diciembre la inversión a materializar en 2013 era de casi US$ 23 mil millones. A marzo bajó a US$ 20.300 millones. Hay una desaceleración importante en inversión extranjera a abril, en el acumulado de 12 meses. Todas cifras duras que revelan una desaceleración. Unamos esto a lo siguiente: el último Informe de Política Monetaria del Banco Central plantea que la desaceleración ha sido algo más fuerte de lo prevista. La evidencia indica que lo que está desacelerándose es la inversión, el consumo no.
¿Existen antecedentes para ligar esa desaceleración con las propuestas políticas de las candidaturas de la oposición?
Existen tres tipos de evidencias. La evidencia macro, que hemos analizado. A nivel micro, hay numerosos inversionistas, cuyas identidades no voy a revelar, que me han expresado que están posponiendo decisiones de inversión dada la incertidumbre que existe en materia de una Asamblea Constituyente, el festival de anuncios tributarios, etcétera. Y además, esto se une a conceptos de economía básica que dicen que la inversión es muy sensible a las expectativas de los empresarios, de quienes toman las decisiones de inversión. Y esas expectativas dependen de cómo se vea lo que va a ocurrir en el futuro.
Pero eso más bien sensación ambiente, son juicios subjetivos...
No. Vemos los datos macro y micro, el análisis básico económico y lo que significaría para al país Asamblea Constituyente, AFP estatal y un paquetazo tributario de hasta US$ 9.000 millones. Más bien, considero sorprendente sostener lo contrario: que ese conjunto de políticas no van a tener efectos en la inversión, el crecimiento y el empleo. Mi punto es más bien hacer un llamado a la responsabilidad en las propuestas.
¿Qué le han transmitido los empresarios, qué les inquieta?
El tema de la Asamblea Constituyente es una preocupación muy, muy central porque implica cambiar la institucionalidad del país; y el tema tributario, también. Hay que ver un poco lo que está pasando en el mundo. En Inglaterra se ha hecho una rebaja del impuesto de Primera Categoría a 20%. Ojo, en este mundo el capital es móvil.
¿Es válido que el ministro de Hacienda intervenga en la contingencia electoral?
Corresponde absolutamente al ámbito de mi responsabilidad, el rol de ministro de Hacienda conlleva evaluar las consecuencias económicas de las propuestas. Yo no estoy hablando de política, estoy hablando de economía, de los efectos en inversión, empleo, crecimiento, eso es la esencia de lo que hace este ministerio. Ya habrá tiempo en que vuelva a ser profesor universitario, ahora soy ministro de Hacienda y tengo la responsabilidad por la conducción económica del país.
La oposición ha dicho que ustedes están instaurando un discurso del temor...
Por ningún motivo. Es curioso... Cuando uno, en forma tranquila, dice cuáles son las consecuencias económicas es simplemente decir la verdad. Creo que un ministro de Hacienda no solamente tiene el derecho, tiene el deber de evaluar la situación económica para los ciudadanos. Y los chilenos tendrán que sacar las conclusiones de lo que estamos diciendo. Sé que esto no le ha caído bien a algunos y se nota que les dolió. Pero no lo hice para hacerme el simpático. No estoy opinando sobre temas políticos, sino los efectos que tienen en la economía. No me he metido en el debate del binominal, ni en el debate del voto de los chilenos en el exterior...
¿Y por qué sí hizo mención a la Asamblea Constituyente?
¿Sabe por qué? Por una razón muy simple: porque la Asamblea Constituyente es una fuente enorme de incertidumbre institucional. Las decisiones de inversión en un país dependen de las certezas mínimas sobre sus instituciones. Instituciones que, por lo demás, hemos mantenido por veintitantos años. Este país lo hemos construido entre todos y pensamos que hay muchas cosas rescatables de los gobiernos anteriores de la Concertación. Lo que a mí me preocupa son los planteamientos que se están haciendo ahora.
Usted ya había anunciado meses atrás que venía una desaceleración...
Por supuesto. Cuando la gente decía que esta economía se estaba sobrecalentando, yo dije que no, que esta economía se iba a desacelerar. Pero la desaceleración ha sido algo mayor. Esto puede tener matices, no es cosa de blanco y negro. El blanco y negro es decir que toda la desaceleración es por esto. Yo nunca he dicho eso, yo dije que hay algunas políticas -textual- y planteamientos de candidatos de la Concertación y el PC, que están afectando la economía y la inversión. Y tienen un efecto significativo, sin duda.
En las cifras de la Corporación de Bienes de Capital, han bajado las inversiones en minería y energía, proyectos que están afectados por la judicialización y alzas de costos, más bien otros factores...
Es que no se trata de ponerlo en blanco y negro. Esto no es el único factor, hay varios. Ahora, esos mismos factores, la judicialización, el alza de costos, también estaban en diciembre y vemos que entre diciembre y marzo hay una caída de US$ 3.000 millones en la inversión a materializarse.
¿Asume parte de la responsabilidad de esta desaclereación? Da la impresión que todo lo bueno es por su gestión y todo lo malo es exógeno...
De alguna manera, esto es al revés. En los primeros tres años hemos tenido un crecimiento de 5,8% de promedio. El primer año se decía que era un rebote, la recuperación del terremoto. Ya cuando al cuarto año seguimos creciendo, no es pura coincidencia. No es casualidad lo que está ocurriendo. Por supuesto que siempre uno puede hacer las cosas mejor, pero me quedo tranquilo en que hemos logrado casi duplicar la tasa de inversión, hemos más que duplicado la tasa de creación de empleo desde el gobierno anterior y nos estamos acercando a niveles de país desarrollado...
¿Y cuál es la deuda principal en crecimiento? ¿La energía?
Tenemos un desafío mayor en energía. Requerimos un poco de cooperación de otros sectores para sacar adelante la agenda energética. Tenemos en el Congreso la ley de concesiones, vamos a tener la interconexión SIC-Sing y el proyecto de Carretera Pública. Tenemos que producir un acuerdo nacional en un tema que efectivamente es uno de los desafíos que tenemos como país.
Michelle Bachelet respondió el viernes sus críticas y dijo que la desaceleración también afecta a otros países de la región…
Sin duda. Lo que pasa es que Chile se ha mantenido todavía en un lugar bastante especial, resistiendo muy bien y mucho mejor que otros países de América Latina los embates externos. Yo más bien pongo la pregunta al revés: ¿Quién puede sostener, razonablemente, que las políticas que hemos descrito, que no las inventé yo, que las han planteado los candidatos de la Concertación y el PC, no tendrán ningún efecto sobre la inversión? ¿Quién puede sostener que no hay ningún efecto de reformas que generan esa inestabilidad institucional? Cuando uno hace un planteamiento, tiene que tener también la responsabilidad de explicarle al país cuáles son las consecuencias de lo que está planteando.
Bachelet pidió ser serios en el debate tras sus declaraciones ¿Qué le responde?
Hay que ser serios en el debate y en las propuestas. Y justamente ser serios y responsables significa explicarle al país los efectos de lo que se propone, más aún si hablamos de políticas públicas que pueden hipotecar la lucha contra la desigualdad, el crecimiento del país y el empleo de los chilenos.
Alberto Arenas dijo que no hay evidencia de que una mayor carga tributaria afecte el crecimiento…
Si alguien dice que va a meter entre US$ 6.000 millones y US$ 9.000 millones de impuestos adicionales, con aumentos de IVA a la construcción, con fin de FUT, con aumento de al menos cinco puntos en la Primera Categoría y eso no va a provocar ningún efecto en la inversión y en el crecimiento, para mí eso es magia. Y tal vez exista la magia en esta materia, pero yo no la he visto todavía.
El programa de Michelle Bachelet aún no se pronuncia por el fin del FUT...
Lo he visto en más de una propuesta de representantes de su sector. No digo que todos lo digan, pero si he visto en una candidatura o en otra, que hay que terminar con el FUT (…). Lo único que sabemos es que nos han augurado un paquetazo tributario. Yo estoy debatiendo ideas y efectos económicos. Ese es el campo del ministro de Hacienda y todos los economistas serios saben que un aumento de impuestos importante tiene efecto en la inversión. Decir que no es desconocer la evidencia que existe en el mundo, en la teoría, en los trabajos empíricos...
¿El aumento de impuestos que hizo el actual gobierno no tuvo impacto en el crecimiento?
El aumento de impuesto que hicimos de Primera Categoría fue en conjunto con el 14 quáter, que permitió a las pymes evitar ese aumento a través de la reinversión de utilidades. En segundo lugar, rebajamos el impuesto de timbres que afecta a todos los créditos. Hemos también rebajado el impuesto a las personas en los tramos medios. Nuestro paquete tributario fue equilibrado, con un aumento moderado de la carga tributaria junto a una serie de incentivos a las personas, a la inversión...
¿O sea que la carga tributaria no aumentó mucho?
La carga tributaria aumentó muy moderadamente en este gobierno.
Y haber hecho dos reformas tributarias, ¿no abrió una suerte de caja de Pandora e hizo más natural discutir alzas tributarias?
A partir del año 90 hay siete u ocho ajustes tributarios. Encuentro ingenuo el argumento de que si este gobierno no hubiera hecho una o dos reformar tributarias implicaría que no va a haber reformas tributarias.
Ministro, ¿seguirá opinando sobre política en los meses que quedan?
Soy ministro de Hacienda y cuando vea algo que pone en riesgo el crecimiento del país, la inversión, la productividad y la creación de empleo voy a decirlo francamente aunque le moleste a algunos. No me voy a inhibir de opinar de los temas que me parezcan relevantes para la economía del país.