Fue un grito que se escuchó en todo el Nacional. Ni siquiera las 43 mil personas que asistieron al superclásico pudieron retenerlo. Felipe Mora, quien hace pocos segundos acababa de vencer a Paulo Garcés, con ayuda de un grosero error del arquero, corre hacia la galería sur a celebrar el tanto que significaba el 2-1 ante Colo Colo. Se abraza con sus compañeros, se lanza a la pista de recortán, mientras una docena de fotógrafos se pelea para tener la mejor imagen. Luego apunta al grabado de su apellido en la camiseta, como queriendo inmortalizar su figura entre los hinchas quienes ya lo proyectan como una de las grandes figuras del club. El romance entre los fanáticos y el Pipe está en su mejor momento.
24 horas después de la igualdad ante el Cacique, Moravilla accede a conversar con El Deportivo. Cuesta que lo haga. No quiso hacerlo después del encuentro, pese a la petición de los periodistas presentes en la zona mixta. El goleador del torneo sólo quería celebrar junto a su familia.
¿Cómo han sido estas horas luego de la igualdad ante Colo Colo?
Estoy contento por mi desempeño y por el accionar del equipo. Pero también hay un poco de tristeza, porque tendríamos que haber ganado. Fue un partido extraño. Se nos arrancó al final, pero son detalles de los que tenemos que aprender para no volver a cometer los mismos errores.
¿Tuvo alguna celebración especial?
No. Fue una celebración tranquilo. Estuve en la casa con mi familia, disfrutando con ellos. Son lo más importante que tengo.
¿Cómo recuerda su jugada que permitió que Ubilla abriera el marcador?
La recuerdo perfectamente. Veo que la pelota me quedó un poco abierta y sólo atiné a sacarme a Barroso. Después tiro el centro y por suerte estaba el Conejo Ubilla. Menos mal que todo resultó y estaba justo mi compañero para definir. De ahí, corrimos a celebrar y fue todo una locura.
¿No pensó definir usted la jugada?
Sí, en un momento pensé en definir, pero la pelota, como te dije antes, se empezó a abrir y sentí que la mejor opción era enviar el centro. Por suerte tomé la decisión correcta.
Luego viene su gol, de cabeza. ¿Le sorprendió la falla de Paulo Garcés?
Me sorprendió que a Paulo Garcés se le arrancara la pelota de las manos. Recuerdo que cabeceo el centro de Schultz y no pensé que sería gol. Al rato me doy cuenta de que se le suelta a Garcés y me volví loco.
Ahí viene su celebración desenfrenada...
Cuando entró la pelota corrí hacia la barra para celebrar con mis compañeros y con esa gente que siempre está con nosotros, que es realmente incondicional. Fue una felicidad enorme, inexplicable. Un gol demasiado importante para mi carrera.
¿Estaba afectado Garcés luego de la falla cometida?
La verdad es que no me dediqué a mirar a Garcés. Cuando convertí lo que menos hice fue mirar a Garcés. En ningún momento me di cuenta de si estaba complicado o algo por el estilo. Yo me dediqué a celebrar con mis compañeros.
Diego Rivarola es muy cercano a usted, uno de los ídolos de su infancia. ¿Lo aconsejó en la previa al Superclásico?
No. En esta oportunidad, no. Tuvimos muchos viajes durante la semana. El domingo pasado fuimos a Concepción y a mitad de Semana jugamos en Sao Paulo, por lo que fue complicado conversar con Diego. Sin embargo, Rivarola siempre está en el complejo deportivo y es una persona que constantemente me está hablando y dando consejos.
¿La salida de la Gata Fernández lo terminó favoreciendo en el esquema de la U?
No siento que sea así. Cuando estuve afuera del equipo sabía que tenía que trabajar el doble para volver a recuperar la titularidad. En eso siempre estuve enfocado. Por suerte se pudo dar y estoy de vuelta con mucha confianza.
¿Qué tan importante ha sido Hoyos en su rol protagónico en el equipo?
Ha sido muy importante. Me ha dado mucha confianza y la verdad es que me siento muy bien en el equipo. Creo que estoy haciendo las cosas bien, y los goles me están acompañando. También hay que recalcar que todo es gracias al equipo. Somos un equipo que está en alza y se está notando.
¿Sigue la ilusión de ser campeón, pese a haber desaprovechado una gran oportunidad de acercarse al liderato?
Sí. Lógico que seguimos con esa idea. El campeonato está ahí, y nadie tiene nada asegurado. Vamos a pelear hasta el final para poder cumplir el sueño de ser campeón.
Su representante, Sergio Gioino, confesó que lo miran desde México. ¿Se va en junio?
Tengo la cabeza puesta en la U, en nada más. Lo único que quiero es salir campeón con la U, y no pienso en otra cosa que sea eso. Seguiré trabajando para darle alegría a toda la gente.