Días nublados y lluvias débiles. El cambiante tiempo que hemos sentido en las últimas semanas en la zona central, en plena primavera, sería un síntoma de un fortalecimiento del fenómeno climático de El Niño, presente en el país desde mediados de año. Este evento, que implica un aumento de las precipitaciones en el centro y sur de Chile en primavera, será más notorio a partir de noviembre, debido a recientes variaciones en el océano Pacífico.
Santiago ha tenido precipitaciones durante los dos últimos fines de semana e, incluso, los capitalinos fueron sorprendidos por granizos. Ayer, aunque se había pronosticado un día veraniego, estuvo nublado y apenas se llegó a los 20 °C.
¿Dónde está la causa? El académico y vicedecano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile, Patricio Aceituno, hizo un análisis que indica que las temperaturas del mar aumentarán en el Cono Sur (Perú y Chile) debido a la irrupción de un fenómeno llamado ondas de Kelvin, que trae flujos cálidos hacia las costas del continente.
Ello llevará a que El Niño se fortalezca y deje de ser moderado como hasta ahora, y se generen más precipitaciones en ciertas zonas del país.
Este evento tiene sus más serios efectos en la zona central durante el invierno, como ocurrió en 1998. Ese año hubo temporales en Chile, pero inundaciones aún más graves en otros países de Sudamérica.
LOS IMPACTOS
Todo cambio en la temperatura del mar trae efectos. El jefe del laboratorio de Biotecnología del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta), Romilio Espejo, explica que estas condiciones podrían favorecer la presencia de vibrión parahemolítico, que genera severas gastroenteritis e, incluso, la muerte a una temperatura sobre los 18°C.
Otro de los efectos más visibles es la llegada de medusas, debido a las aguas más cálidas. El año pasado en la V Región, debido a corrientes con alta temperatura, incluso se debieron clausurar playas debido a la cantidad de personas afectadas por estos animales. En los años 80, cuando también se hizo presente El Niño, se podía encontrar tres a cuatro medusas por metro cúbico de agua.
Otro impacto de este evento climático se da en la agricultura. Fernando Santibáñez, agrometeorólogo de la U. de Chile, explica que los viñedos son los cultivos más sensibles a estos cambios, pues pueden resultar afectados por botritis o pudrición de la uva por las lluvias.
En lugares como el Parque Fray Jorge -donde investigadores exploran los impactos de El Niño en la biodiversidad- se ha detectado que con años más lluviosos se multiplican semillas, lo que sirve de alimento a ciertos tipos de roedores.