En la noche del miércoles 25 de enero, después del último consejo de la Sofofa, se habría sellado el primer paso para convencer a Fernán Gazmuri de asumir la presidencia del gremio. Fue en una mesa del restaurant alemán Starnberg, ubicado cerca del cruce de Alonso de Córdova y Vitacura, donde los actuales integrantes de la directiva de la entidad Hermann von Mühlenbrock, Gastón Lewin y José Juan Llugany se reunieron con el presidente de Citroën Chile y la Asociación Chilena de Seguridad para analizar la posibilidad de que emerja como la alternativa de consenso para presidir a los industriales.
No es la primera vez que al ingeniero comercial de 72 años le ofrecen la presidencia de la Sofofa. Considerado por un amplio grupo de consejeros como altamente capaz de enfrentar este desafío, esta vez su nombre vuelve a surgir alentado por un grupo de empresarios, como el presidente de Sigdo Koppers, Juan Eduardo Errázuriz, quien lo define como "un excelente candidato, quizás uno de los mejores. Es muy mesurado y ecuánime en sus decisiones", dice.
Llegar a este punto no ha sido fácil. Tras reconocer públicamente en octubre su disponibilidad para liderar la Sofofa, Rodrigo Álvarez, presidente de Alimentos y Bebidas Chile, desató la carrera "presidencial". En diciembre, Von Mühlenbrock aceptó la propuesta de Juan Claro, presidente de Embotelladora Andina, de definir un candidato de unidad. Desde entonces, ha corrido mucha agua bajo el puente.
El timonel gremial se ha reunido con diferentes personas para conocer su visión en torno al proceso y los posibles candidatos. Se sondeó a Fernando Barros, presidente de Oxiquim; Patricio Jottar, gerente general de CCU; Eduardo Navarro, gerente general de Empresas Copec; y Eduardo Chadwick, controlador de las viñas Errázuriz y Chadwick, entre otros. Algunos manifestaron problemas de agenda para emprender este desafío y entre quienes se mostraron disponibles hubo varios que consideraron más factible asumir una vicepresidencia.
Según indican consejeros, el perfil de hombre mesurado y diplomático, pero firme en sus visiones y de amplio sentido de la política y la estrategia, ha hecho que hasta ahora Gazmuri gane respaldo sobre todo en las generaciones mayores.
De ejecutivo a empresario
Hijo del médico proveniente de Concepción, Oscar Gazmuri Ojeda y Esther Plaza Rodríguez, Fernán Gazmuri estudió en el colegio San Ignacio y luego ingeniería comercial en la Universidad Católica. Su primer trabajo fue en Elecmetal en 1967, período que según él mismo ha dicho públicamente dejó un sello indeleble en su formación, desarrollo y visión empresarial. A los 29 años fue nombrado gerente general de esa compañía.
Su paso de ejecutivo a empresario ocurrió a comienzos de los 80, cuando desarrolló Agrícola Río Tinto, Bresler, Inmobiliaria Magno, Gama Leasing, Magenta Computación y Citroën Chile. También fue director de varias empresas.
Hoy, además de liderar Citroën Chile y la Asociación Chilena de Seguridad, es vicepresidente del holding industrial Invexans y director de la Asociación Nacional Automotriz.
Quienes lo apoyan enfatizan que la condecoración "Ordre National du Mérite" que le entregó el gobierno de Francia en 2004, es muestra del aporte de su trayectoria empresarial, lo mismo que cuando en 2008, la Cámara de Comercio y de la Industria Franco-Chilena le otorgó el Premio "Courcelle Seneuil" por su aporte y desarrollo de las relaciones económicas y comerciales entre Francia y Chile. Además, el año pasado, Asimet le entregó la distinción "Jorge Alessandri Rodríguez".
No obstante, hay empresarios que sostienen que Gazmuri "tuvo un corto paso" por el sector industrial y que hoy más bien estaría ligado al comercio, por su rol en la importación y distribución de productos automotrices.
Su carrera gremial
En 1997 Gazmuri asumió la vicepresidencia de la Sofofa integrando la mesa de Felipe Lamarca. Fue en este período, aseguran, que demostró su capacidad para tender puntos de encuentro.
Lamarca tuvo desavenencias que se hicieron públicas con el entonces presidente de la CPC, Walter Riesco, y Gazmuri debió asumir la representación de la Sofofa en la mesa de la multigremial para evitar un quiebre mayor. "Fernán jugó un gran papel en todo este incidente, logró la que Sofofa permaneciera en la mesa. Fue una muestra de su personalidad que siempre ha estado buscando propiciar acuerdos y conciliar posiciones", dice un empresario.
Continuó como vicepresidente durante el período de Juan Claro (2001-2005) y el primer período de Bruno Philippi, completando diez años en este cargo. Además integró el comité ejecutivo de la CPC y fue vicepresidente de la International Chamber of Commerce Chile (ICC).
Para algunos es diplomático, para otros más bien un hábil estratega; no obstante existe consenso en la capacidad de Gazmuri para mantener relaciones cordiales con todos.
En su círculo más cercano destacan personeros con quienes ha compartido una intensa vida gremial como Gonzalo García, ex gerente general de CMPC; el mismo Lamarca; Juan Claro, los ex presidentes de la CPC Andrés Santa Cruz y Rafael Guilisasti, y Fernando Echeverría, ex presidente de la Cámara Chilena de la Construcción y ex intendente de Santiago.
En 2011 asumió la presidencia de la Asociación Chilena de Seguridad, "el mayor desafío de su carrera profesional", aseguran sus cercanos. No sólo porque implica conocer diversos sectores productivos, sino porque también afinó sus redes en el mundo empresarial, sindical y político, potenciando lazos con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Central Autónoma de Trabajadores y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT); y con figuras ligadas a la Concertación como José de Gregorio, Genaro Arriagada, Carlos Catalán e Igal Magendzo.
Si bien en política se define como independiente cercano a la centroderecha, tiene buenas relaciones con importantes actores como Máximo Pacheco, Isabel Allende, Andrés Allamand, entre otros.
Conseguir el sí
Aunque el consenso en torno al nombre de Gazmuri ha ido creciendo, su candidatura todavía no logra seducir a los representantes de las generaciones más jóvenes. El llamado "grupo de los cinco" integrado por Bernardo Larraín Matte (presidente de Colbún), Alfonso Swett Opazo (director ejecutivo de Forus), Richard von Appen (presidente de Ultramar), Juan Manuel Santa Cruz (presidente de Lipigas) y Gonzalo Said (director de Embotelladora Andina), se sintió sorprendido por su posible candidatura y hasta el viernes no se habían comunicado con él. Según diversas fuentes, su nombre no representaría ni un cambio generacional ni de estilo, por lo que adelantan que será difícil conseguir la unanimidad sobre su nombre.
Sobre todo, dado el interés de este grupo por participar del proceso eleccionario, como se lo manifestaron al consejo de la Sofofa en octubre. Incluso Larraín Matte ha expresado en privado su interés por ser parte de la carrera.
A eso se suma el diagnóstico sobre la situación interna dentro de la Sofofa. Varios consejeros creen que si Gazmuri sigue desconociendo la existencia de una crisis interna, la unidad tras su candidatura podría verse entorpecida.
Sin embargo, otros ven altamente probable la inclusión de miembros más jóvenes en la mesa, para impulsar la renovación del gremio, ya que Gazmuri ha sido partidario del recambio generacional en la Sofofa.
En todo caso, cercanos al empresario advierten que incluso habiendo resuelto todas las aprensiones en torno a su nombre, historia o estilo, el mayor desafío será convencer al mismo Gazmuri de que acepte. Si bien se le ha pedido que al menos lo piense, el empresario -que hoy tiene 15 nietos- ha dicho que quiere dedicarle más tiempo a su familia.
Si bien todos reconocen que esta es una decisión muy personal, se barajan opciones para convencerlo. La primera es apelar a su gran vocación por el deber y el servicio público, proponiendo una mesa muy integrada, que incluya a los más jóvenes. A esto se sumaría la creación de la figura del past president, que tienen otras asociaciones gremiales, lo que le permitiría bajar la carga de trabajo al delegar responsabilidades en regiones o fuera del país.