Fernando de la Rúa (Córdoba, 1937) pasará a la historia como el Presidente de una de las peores crisis de Argentina y el protagonista de su foto más emblemática: la del helicóptero despegando desde la terraza de la Casa Rosada, la tarde del 20 de diciembre de 2001. "Eso fue un error, como todos esos casos en que uno da lugar a una imagen que se convierte en símbolo", dice en esta entrevista con El País. A 15 años de aquellos acontecimientos, De la Rúa vive en su piso de Recoleta, en Buenos Aires, alejado de la primera línea de la política. Pero no duda en responsabilizar por su caída a los peronistas y al Fondo Monetario Internacional (FMI). Los primeros porque montaron "un golpe de Estado". El segundo porque "decidió no ayudar".
¿Qué le pasó a Argentina en 2001?
La deuda externa que pesaba sobre el país y la decisión del FMI de no ayudarnos, fue tan simple como eso. Hay veces en que los organismos internacionales ayudan a los países y hay veces que los hunden. Y también la oposición interna, que arremetió para quedarse con el poder. De modo que tuve un conflicto de dos frentes, uno el Fondo Monetario y otro la oposición, que acabó dando un golpe civil.
¿Se sintió acorralado?
Yo sentía la presión del Fondo. Lo de la posición interna se percibe a medida que se desarrolla. Uno espera que cambien por patriotismo pero no cambian, quieren más y empiezan a exigir la renuncia del Presidente, incluso con violencia.
¿Cómo se vivía eso en la Casa Rosada?
Con la confianza de que se superaría, porque no había motivo para eso. Pero se organizaron de manera muy fuerte. El 19 a la noche se promovió el cacerolazo, alentado por medios de comunicación que decían "háganlo". El día 20 a la tarde llegaron grupos de choque organizados, con piedras, cubiertas (neumáticos) para quemar, así que se produjo violencia. Incluso eso se usó para decir que el gobierno había reprimido, pero no fue así.
¿No hubo represión?
Hablo de represión como un acto realizado por un gobierno para imponer determinadas conductas. Acá lo único que hubo fue una manifestación y la policía actuó naturalmente.
Pero hubo muertos…
Todo estaba programado para que hubiese muertos en Plaza de Mayo. Aún hoy se habla de los muertos en la Plaza de Mayo y en la Plaza de Mayo no hubo ninguno. Todo pasó en la avenida de Mayo y el otro en la (Avenida) 9 de julio y fueron cinco, lo digo con gran dolor. Los otros fueron en el interior y dependieron de las policías locales.
¿Por qué salió de la Casa Rosada en helicóptero?
Fue un error, pero ni siquiera voluntario. El jefe de la Casa militar, que era nuevo, hizo posar el helicóptero en la casa de gobierno. Yo le dije "no, como vamos a hacer esto", pero él insistió.
¿No sintió que se estaba ante una guerra civil?
Eso lo dice (el ex Presidente Eduardo) Duhalde, porque a él le gusta aparecer como el que apagó el incendio. Pero eso lo produjo él, el peronismo armó un golpe de Estado con todas las características. Era más de lo que yo mismo me imaginaba. Casi dos meses antes de que esto se produjera empezó a circular la versión de que el peronismo venía por todo. Yo me enojaba y les decía "quiero información precisa, cómo lo van a hacer", y nadie sabía nada.
¿De qué se arrepiente más?
Algunos me preguntan por qué renuncié, pero fue un renunciamiento patriótico.
¿Y los muertos le pesan?
Lógicamente.