Fernando Vergara (46) ha pasado dos tercios de su vida ligado al fútbol. Primero como jugador y ahora como entrenador, donde actualmente dirige a Antofagasta. El ex delantero se nota más calmo y cauto que en su época de futbolista, cuando muchas veces el ímpetu lo traicionó.

Hoy es parte de una generación pujante de técnicos chilenos, junto a Mario Salas, Miguel Ramírez o Nicolás Córdova. Así lo siente y refleja. Ad portas de comenzar la recta final del semestre, junto a La Tercera habla de la real ilusión de los Pumas y una ciudad que lo tiene maravillado. También de su condición de jueces del certamen y un plantel que no se pone metas pequeñas.

Después de diez años como técnico, ¿qué ha aprendido?

Me ha ido bien y mal. Me he caído y he salido fortalecido. He tenido éxito en algunos equipos y en otros, no. He pasado por todas las categorías. La competencia fue siempre lo que más me cautivó. Pronto voy a cumplir 30 años en la actividad y lo único que puedo decir con certeza es que cada vez me gusta más. Más allá que en este rol de DT soy el blanco de los dardos. A veces con justificación. Hace 30 todos los lunes he estado sometido a un juicio si es que soy bueno o malo.

¿Las críticas son más duras ahora o cuando jugaba?

Son muchos más crueles y duras como entrenador, pero a la vez uno está más grande, más maduro y con más experiencia para tomarlas mejor.

¿Cómo se define?

Soy un DT que ama la profesión y que siempre está dando el máximo, tratando de entregarles todas las herramientas y recursos a los futbolistas. Creo en el fútbol total, sin separaciones de ofensivo o defensivo. Eso trato de entregar.

¿Es muy distinto el Vergara jugador al Vergara entrenador?

Como jugador era mucho más loco, mucho más atrevido dentro y fuera de la cancha. De alguna manera mi juego representaba lo que era como futbolista, pero ese carácter he tenido que amoldarlo, pulirlo y adaptarlo a una profesión en que uno pasa a ser ejemplo no sólo como DT, también en atributos personales para manejar un grupo.

¿Por qué no se ha consolidado en una institución?

Creo que nadie lo hace. Nadie está más de un año. Las relaciones siempre se desgastan. Uno cumple un rol de mucho roce en todo aspecto. Se vive del resultado y de la competencia. Creo que todos los técnicos en el mundo no duran más de lo que he durado. Estuve en algunos clubes dos años y en otros seis meses. No siento que el tiempo de duración que he tenido sea excepcional; el fútbol está así.

En un momento autodidacta fue a Europa, ¿qué aprendió?

Que no estamos muy alejados de lo que se practica allá. Que el INAF va bien. Uno cree que todo lo de afuera está mejor que lo de adentro y eso es porque a veces pensamos como pueblerinos. Todo lo que viene de afuera nos encandila pero incluso en algunas metodologías estamos mejor. Si hay diferencias, al final del día es en lo económico. Por ejemplo: Montella en la Fiore tenía nueve personas en su equipo. Son puestos importantes pero en Chile lo económico no da para instaurarlo. También me quedó el profesionalismo de los jugadores. Ellos viven para el fútbol.

¿En cuál de los técnicos que lo dirigió se refleja?

En ninguno, soy bien 'yo'. Soy bien auténtico en lo que practico. Puedo estar equivocado o no, pero siempre he creído que el técnico chileno tiene que dejar de leer y empezar a escribir. Siempre he creído que tengo que instaurar. De hecho, las metodologías son mías, no le he copiado a nadie. Los técnicos que tuve tienen cosas buenas y malas pero ninguno me marcó tanto como para decir voy a seguir este liderazgo o esta manera de ver el fútbol. Y eso que tuve a Juande Ramos, a Nelson Acosta, grandes técnicos, pero la verdad es que no me identifico con ninguno.

¿Cómo es su trato hacia el jugador?

Eso ha ido mutando. Asumí hace diez años. Ahora tengo más experiencia; era demasiado joven. Era mucho más cercano y ahora quiero tener esa cercanía también, pero de forma adecuada, la que corresponde de técnico a jugador. Trato de respetar a todos los miembros del plantel, porque fui jugador y me gustaba que me trataran bien.

Y en lo disciplinario, ¿mano dura?

Todas las situaciones son diferentes. Ahí va el criterio. Siempre espero que la autodisciplina sea lo más importante en el jugador, que ellos sepan que depende de ellos su futuro. Trato de conversar, porque uno nunca quiere tomar medidas extremas, pero si se tienen que tomar, así será.

¿Cuál ha sido el mejor futbolista que ha dirigido?

Es que me han tocado grandes futbolistas. En Huachipato Labrín, Veloso, Leo Monje que era extraordinario, Gamadiel García ni hablar, César Cortés, Juan Abarca. Vidangossy en La Serena era impresionante, también Mauricio Salazar. En Iquique Zenteno, que es un jugador subestimado en Chile, también Álvaro Ramos, Bogado, Arturo Sanhueza, Meléndez, Rengo Díaz, él trascendió. En Unión a Ampuero, Churín, Salóm, Pinares, Galdames. Y ahora Branco Ampuero tiene un futuro enorme, Claudio Muñoz. Hay muchos que me ha dado alegría dirigir.

Hoy se habla que el futuro es Pablo Galdames y usted lo dirigió, ¿qué piensa de él?

Es un gran futbolista. Una de las cosas que reflejan que somos un país pueblerino es esa frase que dice que no hay recambio, cosa que es totalmente mentira. Acá tenemos un recambio increíble, lo que pasa es que van a jugar de a poco y los resultados al principio no van a ser buenos. Se me viene a la mente Galdames, Pinares, Branco Ampuero… muchos que ya están jugando. El ícono es Galdames, que juega todos los partidos como si nada y que tiene un carácter inmenso.

De los ocho primeros equipos, seis son dirigidos por entrenadores chilenos

Habla bien, es motivante para los técnicos chilenos, pero creo que no hay que separar entre extranjeros y los de acá. Uno tiene que analizar al técnico y sus capacidades, más allá de la bandera que tengan.

¿Qué piensa de Nicolás Córdova y Mario Salas?

Son extraordinarios. Los dos son técnicos que están aportando mucho al fútbol chileno. Es el reflejo de que cuando se trabaja y hay metodología las cosas tienen que resultar. Fueron compañeros míos y sé todo el esfuerzo que ponen.

Antofagasta está ahí, en el lote de avanzada

Se resolverá todo al final. Tenemos cuatro partidos muy difíciles, jugamos con tres que están arriba de nosotros. Si ganamos puede pasar cualquier cosa. Hemos ido de menos a más. Nos costó mucho al principio, con muchos lesionados y hasta mala suerte, también con errores. Vamos a pelear hasta que las matemáticas digan lo contrario.

¿Antofagasta juega como usted quiere?

Ningún equipo juega 100% como quiere el técnico. Hay momentos que te hacen pensar que sí y que te satisfacen. Más allá que a veces resulte o no, los jugadores han hecho el esfuerzo para llevarlo a cabo y en gran parte me he sentido identificado con ellos.

Serán una suerte de juez del torneo. Ahora juegan consecutivamente con la UC, Iquique y Unión

No lo vemos así. Nosotros vemos que si ganamos, nos metemos. Sabemos que no es fácil, estamos a seis puntos del líder, pero jugamos con ellos. Pensamos en lo que nosotros podemos lograr ganando esos tres partidos.

¿Da para ilusionarse con el título?

Jugamos con los que van arriba nuestro. Matemáticamente se puede todo y vamos a pelear.

Aún cuando eso no pase, están cerca de puestos de copas

Sería una alegría inmensa por el esfuerzo de los jugadores y para la ciudad. Personalmente sería un logro grande. Con Iquique ya lo conseguimos, de meterlo por primera vez a una Libertadores. Esperemos que esta sea una nueva oportunidad de algo importante.

¿Se aventura con el campeón?

Ojalá que tengamos chances, que se den las matemáticas y que podamos ganar estos partidos. Estamos ilusionados. Si no, el que salga será muy merecido.

¿Qué le ha parecido el trabajo de Pizzi en la Selección?

Era la persona adecuada, porque era difícil tomar la selección después de los logros y la forma de jugar que había impuesto. Él tiene la mesura, tiene la templanza necesaria para el equipo. Ha sabido acomodar, ha sabido entrenar.

¿Hubiese calzado usted como 9 de esta selección?

Me hubiera encantado. Pero mira: tuve la mala, o buena suerte, de coincidir con los dos mejores delanteros que ha tenido Chile en toda su historia (en referencia a Zamorano y Salas). ¿Pero sabes?, te hablaba del recambio y Nicolás Castillo es increíble, y así como él vienen otros. No hay que ser tan negativos. Hay recambio.

¿Llega Chile al Mundial de Rusia?

Llega. Porque este envión fue muy importante. Los dos puntos que nos dieron y estos dos resultados fueron fundamentales.