Fernando Vivanco: "Somos el chivo expiatorio en una pugna en que no tenemos nada que ver"
En su primera entrevista desde que estallara el caso, el principal ejecutivo de Hatch en Chile defiende la legalidad de los contratos firmados con Codelco y acusa serios errores en los informes de Contraloría.
"Hatch, y yo en particular, entendemos perfectamente el foco de este problema. El fondo de este problema no es Hatch, el fondo del problema es una lucha, una pugna en la cual nosotros lamentablemente estamos apareciendo como el caballo de batalla, el chivo expiatorio, en una pugna en que no tenemos nada que ver".
Fernando Vivanco Giesen, managing director para Sudamérica de Hatch e ingeniero civil de minas con 45 años de experiencia en la industria, entra en la pugna entre Codelco y Contraloría, en la que se han visto involucrados dada la relación de parentesco entre el propio Vivanco, quien además fue vicepresidente de proyectos de la estatal hasta octubre de 2010, y su yerno, Francisco Casas Cánepa, ex ejecutivo de Codelco. Entre 2014 y 2015, Hatch, empresa de la que Vivanco es el representante legal, se adjudicó dos contratos con la minera estatal por $ 31 mil millones para estudios del proyecto Chuquicamata Subterránea, que han sido duramente cuestionados por Contraloría.
-¿Qué porcentaje de los ingresos de Hatch en Chile representa Codelco?
-Codelco es nuestro principal cliente. Debe ser del orden del 40%. Cuando viene la parte baja del ciclo, el gran contratador de servicios es Codelco. El resto paraliza.
-Ese 40%, ¿está repartido entre diversos proyectos o es principalmente Chuquicamata Subterránea?
-Estamos en diversos proyectos, Chuquicamata, Ministro Hales, El Teniente, etc. Pero también tenemos contratos con Antofagasta Minerals, para Centinela, o BHP.
-¿Cómo ve el informe de Contraloría?
-Es un informe que tiene numerosas imprecisiones, que al ser amplificado, termina en una desinformación muy grande. Se cuestiona, por ejemplo, la asignación directa. Esa es una medida que el dueño, Codelco, ejerce unilateralmente. Nosotros no tenemos nada que ver. Para que se adjudique un contrato por esta vía deben cumplirse condiciones: que el proveedor tenga una posición dominante en el mercado, que tenga características técnicas determinadas o que haya urgencias.
El informe, además, dice que no está comprobada la razonabilidad del precio y hace elucubraciones sobre el desempeño de Hatch. Eso es erróneo, impreciso. Ellos dicen que seleccionaron partidas, para hacer el análisis, que representan el 32,8% del contrato. Eso no es cierto. Representa el 32,8% de una parte del contrato. Para la totalidad del contrato apenas supera el 8%.
-¿Y en cuanto al desempeño del proyecto? Contraloría alude a un retraso de cinco meses...
-La objeción que se hace, en 2016, remite a un hecho acaecido cinco años atrás, en 2010. Esta es una imprecisión. Las evaluaciones de Codelco que dan origen a la discusión motivaron el envío de una carta que de Codelco le mandamos a Hatch. Codelco es un evaluador duro, y le asignó 52 puntos sobre 100. Pero podríamos preguntar por qué no se recurrió a la evaluación de 2014, posterior, que dice que Hatch modificó lo que se había cuestionado y el proyecto mejoró. Le dio sobre 80 puntos.
-¿Hubo o no negociación incompatible?
-Contraloría indica que yo, el señor Vivanco, era vicepresidente de proyectos de Codelco en 2010, cuando se firma el estudio de factibilidad, y alega que en octubre renuncié a mi cargo para asumir como representante legal de Hatch. Eso ocurrió en 2012. Entonces, la recomendación de tomar a Hatch fue en 2009, un año y medio antes de que yo llegara a Hatch. Y si se quiere ligar con la asignación directa, en 2014, que sería la compensación de todo esto, eso va a ser cinco años después de la recomendación. Si uno cree que podría vaticinar mi futuro de aquí a un año y medio o cinco años, mejor me dedico a adivino.
Declaración jurada
"En el formulario de la oferta de 2014 dice claramente que tengo un parentesco por afinidad con el señor Casas Cánepa, que en ese momento estaba trabajando en Codelco, en la División Andina, desde la Vicepresidencia de Proyectos. Eso estaba declarado de mucho antes, acompañando a la oferta. Y la persona que está en Codelco tiene que hacer lo mismo. Él siempre declaró que tenía un suegro que trabajaba en Hatch. Entonces esto no es ningún hallazgo", asegura Vivanco.
-¿Su yerno no tuvo ninguna relación con este contrato?
-Él estuvo trabajando siempre en un área totalmente distinta, no participó en nada en estos contratos, ni de cerca. Mi yerno ha trabajado dos veces para Codelco. Entró a finales de 2011, la asignación directa se presentó a finales de 2013 y se asignó en 2014. Entonces él ya llevaba dos años trabajando en Codelco, en su segunda pasada. La cadena de aprobación para un proyecto tiene seis niveles. Del proyecto, al vicepresidente de proyectos, de ahí a la vicepresidencia de administración y finanzas de Codelco y, si se aprueba, va a la presidencia ejecutiva y luego al directorio. Nadie puede pretender que una persona que lleva dos años en Codelco va a influenciar y manejar a toda esta cadena.
-¿Usted descarta absolutamente que la relación de parentesco haya influido en la obtención del contrato?
-Absolutamente. No tiene nada que ver. Hatch trabaja con otros estándares, ha obtenido premios. Nunca hemos estado metidos en un tema como este. Por eso es doloroso.
-¿Por qué usted se fue de Codelco?
-A mí me pidieron que me quedara en Codelco. Pero en 2010 llegó una nueva administración que tenía una idea diferente para manejar las inversiones de la corporación. Yo me acerqué a la presidencia ejecutiva y le dije "venimos predicando esto, usted quiere esto otro, sabe qué más, déjeme dar un paso al costado, porque yo no estoy en esto".
-También se acusó que Hatch les pagó a tres supervisores de Codelco.
-Eso es probablemente lo más burdo de todo. Esos son profesionales que renunciaron a Codelco en 2014 e ingresaron a Hatch. Están en el mismo año tributario, pero nunca recibieron pago simultáneo (…), entonces uno no entiende por qué. Lo único que se puede entender es que acá hay una pugna detrás, que se ha transformado en una pugna personal entre el contralor y el presidente del directorio de Codelco, pero nosotros no tenemos nada que ver en esto.
-Cuando su yerno entró en 2009 a Codelco, usted encabezaba la Vicepresidencia de Proyectos. ¿Influyó en su contratación?
-No. Lo contrataron porque era un momento bastante álgido, con mucha demanda de profesionales. Él quería trabajar en el rubro de proyectos y se contactó con algunos conocidos que tenía acá. Entre paréntesis, es un excelente profesional, una persona claramente calificada de sobra para esto.
-¿Dónde estuvo su yerno entre que salió y volvió a Codelco?
-Vino a Hatch. Estuvo seis meses con nosotros.
-¿No se ve feo que él trabaje dos veces en lugares en que su suegro sea el jefe?
-Aquí le podría nombrar 10 profesionales connotados que han trabajado conmigo muchas veces, de los cuales he sido guía y mentor. Sí me sorprendió que mi yerno haya trabajado seis meses, no más, con nosotros, porque fueron apenas seis meses.
Ministerio Público
-Los antecedentes del contrato fueron remitidos al Ministerio Público. ¿Los citaron?
-No, no nos han citado. Yo no tengo ningún inconveniente en que nos citen. Yo estoy dispuesto a ir a la comisión investigadora de la Cámara de Diputados o a cualquier lado que nos llamen. Nosotros no tenemos nada que ocultar.
-¿Le han pedido información desde la matriz en Toronto?
-La matriz está al tanto. Ellos conocen lo que hemos realizado, no tienen ninguna duda de lo que hemos hecho, y el respaldo es absoluto. Estoy autorizado para contratar el bufete de abogados que a mí se me ocurra, para hacer lo que sea necesario.
-Cuando el contralor presentó el informe, dijo que había informado al fiscal nacional de "hechos que pudieran revestir carácter de delito". ¿Cómo tomaron esa frase?
-Es como que alguien me dijera que soy un marciano. Pero yo no soy un marciano. No tiene asidero. Nosotros somos bien respetuosos de las leyes.
-Según su experiencia en Codelco, ¿es una empresa transparente en que no es cometen ilegalidades?
-Codelco es una empresa en que no se cometen ilegalidades. Yo no puedo poner las manos al fuego en que en algunas circunstancias, como en cualquier empresa, pudiera haber alguna cosa que haya sido impropia, pero Codelco, a mi modo de ver, por algo gana premios a su transparencia corporativa. Eso no es gratis. Pero eso no quiere decir que esté exenta de errores humanos.
-Desde la Vicepresidencia de Proyectos, que usted encabezó, les tocó diseñar y crear la cartera de proyectos estructurales de Codelco. Sin embargo, cuando el actual presidente ejecutivo, Nelson Pizarro, revisó los proyectos estructurales encontró fallas. El más complejo es Nuevo Nivel Mina El Teniente, que lleva un retraso de varios años. ¿Eran buenos proyectos?
-Uno siempre tiene que tener decisión, creatividad, manejo de riesgo, mitigación de riesgo y control de riesgo. En Nuevo Nivel Mina, la información geomecánica no viene del proyecto. Viene de las divisiones. Ellos son los que conocen con mucho mayor detalle y experiencia empírica esta información. Si esa información cambia, el proyecto cambia.
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