¿Cómo evalúa lo que ha ocurrido esta semana?
El objetivo de declarar la independencia se mantiene firme. Ahora bien, lógicamente nosotros siempre lo hemos dicho, 18 veces, ahora es la 19, hemos pedido siempre un diálogo con el gobierno central para solucionar el reto político. Y ahora lo que nosotros queremos es declarar la independencia, pues lógicamente, de acuerdo con el Estado español y de la manera posible y si estos significa mediación internacional, pues bienvenida sea.
La semana pasada el Rey Felipe VI dio su respaldo al gobierno de Mariano Rajoy, ¿qué le parecieron estas declaraciones?
Sí, nos sorprendió por un lado. Porque generalmente en los países democráticos, esto se ve en los países nórdicos de Europa, el Rey tiene un papel institucional no partidista y si acaso interviene es para hacer de mediador. En Reino Unido, la monarquía británica ha tenido un papel más digno, más correcto que la monarquía española. El Rey se olvida completamente de quienes son todavía súbditos suyos. Para ellos somos otra comunidad que no nos reconoce como súbditos. Con su discurso y también viendo cómo actuó la policía, nos trata en vez de ciudadanos españoles, como enemigos a quien vencer. Nosotros no queremos ser vencidos, queremos llegar a un acuerdo y para ser reconocidos como ciudadanos libres, no queremos nada más. Ese discurso creo que fue un gran error. Se ha puesto de un lado en vez de buscar una solución.
En caso de que se sentaran a conversar con el gobierno español, ¿qué estarían dispuestos a transar? ¿Aceptarían mayores poderes autonómicos?
No, porque el Estado español nos ha mentido tantas veces que ya nadie lo quiere, especialmente las personas que ha reprimido. Nosotros queremos la independencia. Lo máximo que aceptaríamos -aparte que queremos la independencia dialogada, pactada con el Estado español- sería un referendo pactado con el Estado español, pero en un calendario muy cercano. Nosotros no nos vamos a echar atrás. No vamos a cambiar por un nuevo estatuto de autonomía, un nuevo diálogo de financiamiento, porque cada vez que pasa esto, es como si Chile quisiera jugar fútbol contra Martinica, que no tendrá ninguna posibilidad de vencer a Chile. Ya nos lo han hecho muchas veces. Todos los estatutos de autonomía que han salido de Cataluña cuando han llegado a Madrid están reportados por los socialistas y el Partido Popular. Eso es volver al punto de partida.