Sebastian Vettel llegaba al Gran Premio de Hungría con un solo punto de ventaja respecto de su escolta en el Mundial, Lewis Hamilton, pero se va de la undécima fecha de la Fórmula Uno con 14 de diferencia.

El alemán sufrió poco en la carrera y la pelea estuvo más bien en los que pasaba detrás de él.

La Scuderia partió tranquilo, con el un-dos en la grilla. Hubo lucha entre los Mercedes y los Red Bull en la salida, que terminó en un lío grande. Max Verstappen bloquea y se va contra su compañero de equipo, Daniel Ricciardo, y lo sacó de la cerrera, arruinándole un gran fin de semana.

Pusieron los comisarios bandera amarilla cinco vueltas hasta que todo volvió a la normalidad, excepto la cara de frustración del australiano. El asunto le significó una penalización de 10 segundos al holandés.

Los Ferrari adelante y los Mecedes detrás. Así fue el grueso de la prueba. A 27 vueltas del final, y viendo que Valtteri Bottas no puede descontarle a Kimi Raikkonen, desde el equipo le ordenan dejar pasar al británico: le dieron algunas vueltas para pasar al finlandés de Ferrari. Si no, revertirían la decisión, permitiéndole al finés de Mercedes subirse al podio. A pocos metros del final pudo devolver el favor.

Cuarta victoria en el año para el líder de la Fórmula Uno 2017, ahora con 202 puntos, 14 más que Hamilton. Segundo doblete de la Scuderia en el año.

Ahora la categoría se toma vacaciones hasta el 27 de agosto, cuando se corra en Bélgica.