Participar de tradiciones prehispánicas, como los temazcales o baños de vapor sagrados, son parte de los atractivos que a partir hoy y hasta mañana en la noche podrán disfrutar los turistas que acudan a Villarrica, región de La Araucanía. A seis kilómetros de esa ciudad, en el camino que une a Pucón, se realizará el primer festival Chile Mágico.
Este evento al aire libre busca poner en valor el patrimonio inmaterial de los pueblos originarios, junto con presentar grupos musicales invitados, en este caso Gepe, Ana Tijoux, o 31 Minutos, para asegurar la llegada de visitantes. "La idea es que la gente venga por la música y se reencuentre con toda esta riqueza cultural que parece olvidada, y que podamos recrear en Chile la Cumbre Tajín de México, que reúne a etnias y a miles de personas de todo el mundo en torno al rescate de la tradición originaria", comenta Rafael Retamales, organizador del evento.
La idea es repetir la experiencia todos los veranos y lo recaudado con las entradas financiará una fundación orientada a recuperar las tradiciones de esta zona, el mismo modelo que se usa en la Cumbre Tajín, donde asisten 400 mil personas, reuniendo a etnias de todas partes del mundo.
En Chile Mágico participarán exponentes originales de las etnias mapuche, aymará, colla, rapanui, y el último abuelo kawéskar de Puerto Edén que elabora las canoas tradicionales. Otro invitado es un "mamo" o sacerdote de los grupos indígenas de Sierra Nevada de Santa Marta, del interior de Colombia, y que hace sólo 15 años iniciaron el contacto con la cultura occidental.
La versión chilena de la Cumbre Tajín espera seguir creciendo con el apoyo del municipio, la Unesco y Conadi, indicó el alcalde de Villarrica, Pedro Astete, para estrechar los lazos con el pueblo mexicano que sirvió de inspiración "y entregar un espectáculo cautivante, por su contenido artístico y cultural, a la comunidad de Villarrica y a los miles de turistas que nos visitan", señaló el edil. "Encuentros como Chile Mágico ayudan a construir una sociedad más multicultural, con cabida para todas las tradiciones", agregó el ministro de Desarrollo Social, Bruno Baranda.
Los organizadores del evento esperan que 15 mil visitantes acudan al festival durante los dos días en que se llevará a cabo.
Etnoturismo cultural
Durante la semana se vio un mayor movimiento en el sector hotelero, por parte de jóvenes en búsqueda de alojamiento, ya que el festival no incluye camping. "Todos vienen al festival y a recorrer. Sirve mucho para refrescar y rejuvenecer la oferta", comenta Hugo Ortega, hotelero miembro de la cámara de comercio de Villarrica. Para su vecino, Roberto Neppe, presidente de la cámara de turismo de Pucón, "es una excelente manera de diversificar la entretención al estar tan cerca y aprender en familia".
La entrada da derecho al show y durante el día a las ceremonias de sanación, talleres de arte originario, leyendas y cuenta cuentos para niños, charlas sobre ritos y espiritualidad, cantos originales y artesanía.
Todas las actividades son dirigidas por cultores étnicos reconocidos como tesoros humanos vivos por la Unesco, organismo que respalda la actividad junto con Conadi. Zoilo Gerónimo es uno de ellos. Artesano y chamán de la etnia colla, viajó desde el interior de Copiapó para dar a conocer el legado de su pueblo casi extinto.
"Voy a compartir todo lo que me enseñaron mis ancestros, una cosmovisión milenaria basada en la tierra y el sol, energía que sana el alma para sanar el cuerpo", explica Gerónimo, uno de los 40 cultores presentes en el festival.
"Mantener la diversidad con el diálogo entre culturas y el respeto hacia otros modos de vida es un desafío común. Que participen varios Tesoros Humanos Vivos será un gran privilegio", puntualiza Victoria Uranga, coordinadora de Gestión del Conocimiento de Unesco en Santiago.