Le dijeron que fantaseara con alguien para ser su actor principal. Dijo "Fele Martínez", pero nunca pensó que podría ser real. De todas formas, Daniel Henríquez le envió al protagonista de Tesis (Alejandro Amenábar) y La mala educación (Pedro Almodóvar) el guión de A un metro de ti, su ópera prima. Para su sorpresa, Martínez contestó que el texto le había encantado y que participaría con gusto. No sólo eso, sino que llegaría a Chile con 15 días de anticipación para participar en los ensayos.
A un metro de ti, el primer largometraje de Henríquez, se estrena hoy, a las 22 horas, en el Festival de Cine Las Condes. Es un filme romántico, con coproducción española, que ha llamado la atención gracias a la fama de su actor protagónico y también por ganar en el Festival de Cine de Viña del Mar el Premio SCD a la mejor banda sonora, autoría de Jorge Aliaga. Es un adelanto a su estreno comercial, que será el 4 de marzo en Chile.
"Después de hacer varios cortos de temas políticos y sociales, quise probar con el género romántico. A modo de juego, a ver qué pasaba. Es un amor muy de Santiago, que es una ciudad bastante dura. Pero muestra una manera de vivir la urbe", explica el director, que antes filmó cintas como Los tripulantes y escribió el guión de Matar a todos.
En la película, Fele Martínez encarna a Sebastián, un joven que regresa desde el exilio en España junto a su novia. Pero su vida no lo convence; tal como le ocurre a Paula (Claudia Cabezas), una secretaria cesante a la que conoce sin darse cuenta de que, hace años, ellos fueron dos niños que se perdieron durante el primer día de funcionamiento del Metro de Santiago.
Es una historia de amor cuyas influencias provienen de todo tipo de cine. "Di rienda suelta a todo lo que he visto. Pero en cierta forma, Wong Kar-wai me abrió la cabeza para contar la historia de una forma mucho más escueta. En ese sentido, quise darle una vuelta al esquema clásico de la comedia romántica, con una historia más simple. Esta no es una película sobre peripecias, sino de pequeños momentos de una historia de amor".
Sin ser una comedia propiamente tal, es una película que tiene humor. "No hay chistes, pero la gente del público sonríe. Hay un tono cómico sutil, que invita al espectador a incorporarse a ciertos guiños de los personajes", dice el director.
Henríquez nació en Chile, pero vivió durante 19 años en Madrid. Después volvió a su país natal, se quedó durante 14 años y actualmente vive en Buenos Aires. "Inicialmente, el personaje principal era chileno. Pero sentí que me expresaba más con alguien que había estado afuera. Era más sincero hablar desde un mestizaje, que es algo que pasa en mi vida: una distancia y cercanía con ambos lados".
La historia, sin embargo, no se trata del exilio. Es sólo una condición, insiste Henríquez. "Es algo que damos por hecho. Muchos en Chile hemos vuelto. Pero hay varios tipos de chilenos y todos comparten la realidad santiaguina. Y eso es lo que se ve en la película".