Hay realizadores que se mueven telúricamente, hablando desde su terruño, optando por situar historias donde les tocó nacer. Es el caso de Alejandro Fernández, quien empezó en la zona de Ñuble con Huacho, continuó en la misma región a través de Sentados frente al fuego y ahora realiza una tercera película, que transcurre sólo un poco más al sur: en Tomé. Se trata de Matar a un hombre, una de las siete cintas seleccionadas por el Festival de Cine de Locarno (Suiza) en su sección Carta Blanca.

El encuentro, uno de los llamados clase A de Europa, creó hace dos años esta muestra, que se dedica a mostrar las obras en posproducción de países fuera de Europa. En el 2012 fue México y ahora es Chile con Matar a un hombre, Surire, R. Lorena, El vals de los inútiles, Raúl, Volantín cortao y El hijo pródigo.

En el tercer trabajo de Fernández se relata una historia tomada de un caso real: Jorge (Daniel Candia) y su familia son asaltados por un maleante local llamado Kalule. En medio del incidente balean a su hijo. A los pocos meses de estar en la cárcel, Kalule sale libre y promete vengarse de Jorge. Ahí es cuando este padre de familia, sin justicia que lo proteja, decide liquidar al delincuente.

También en la recta final de producción está Surire, el nuevo documental de Bettina Perut e Iván Osnovikoff. Tras realizar La muerte de Pinochet, presentada en el Bafici 2011, los directores describen las condiciones de vida en el salar de Surire, ubicado a 4.300 metros sobre el nivel del mar, en la frontera con Bolivia. Perut y Osnovikoff contrastan por lo menos tres realidades: la belleza del paisaje, la explotación minera y el estilo de existencia de los pueblos cercanos.

R. Lorena es el debut en el largometraje de Isidora Marras, quien sigue la vida algo kafkiana de Olivia (Loreto Aravena), una mujer agobiada por las cobranzas que súbitamente empiezan a llegar a su casa a nombre de una tal Lorena Ruiz. También actúan Paulina García y Gabriela Aguilera.

De la Escuela de Cine de la Universidad del Desarrollo viene Volantín cortao, debut en el largo de Aníbal Jofré y Diego Ayala. Suerte de ficción con ambición social, la obra registra la vida una trabajadora social de clase media alta (Loreto Velásquez) a quien le toca conocer de primera mano la realidad de un hogar de menores. El mismo trasfondo social tiene El hijo pródigo, obra de Carlos Araya sobre un médico de hospital público con exceso de trabajo (Mauricio Pitta), que sufre de síndrome de Diógenes y acumula objetos en su casa.

También en ficción, Raúl, de Matías Venables, recluta a un elenco integrado por Oscar Hernández, Paula Zúñiga y Alejandro Sieveking para contar la historia de un peluquero que tras 30 años de trabajo intenta dar un vuelco a su vida.

En el terreno documental también se presenta El vals de los inútiles, filme en que el director Edison Cajas sigue a dos de las personas que en el 2011 corrieron el maratón de postas conocido como 1.800 horas por la Educación alrededor de La Moneda. Uno es un estudiante del Instituto Nacional y el otro un empresario que en el gobierno de Pinochet cayó preso al ser considerado terrorista.

En Locarno se mostrará, además, Gloria al aire libre en la Piaza Grande, a la que asistirá Paulina García.