El 2 de noviembre de 1975 Pier Paolo Pasolini fue asesinado en la playa romana de Ostia. Las circunstancias de su muerte aún siguen siendo un misterio y motivo de varias sospechas. Lo cierto e innegable es que el poeta y director de cine italiano fue un agitador por naturaleza, que consiguió incomodar a la burguesía y a la clase política de la época. Abel Ferrara, otro provocador del séptimo arte y admirador confeso del artista, reconstruye en Pasolini sus últimas 48 horas de vida.

La película, estrenada mundialmente en el pasado Festival de Cine de Venecia, muestra los pilares claves de su pensamiento político y detalles de su vida íntima. Protagonizada por Willem Dafoe, la cinta se estrenará en nuestro país en el próximo Festival de Cine de Valdivia, que se realizará entre el 7 y el 12 de octubre. "Manteniendo la línea habitual del cine de Ferrara, es una película mucho más intimista y centrada en el proceso creativo de Pasolini que en la indagación sobre sus asesinos y la Italia de aquel momento", adelanta Raúl Camargo, director del FICValdivia.

Pasolini es uno de los ocho títulos que componen la sección denominada Gala, dedicada a revisar algunos hits del cine reciente en manos de directores de reconocido prestigio. "Son películas que se han estrenado en festivales como Cannes, Locarno y Venecia, de realizadores que hacen que el cine avance en dirección artística", cuenta Camargo.

Adiós al lenguaje, de Jean-Luc Godard, es otra de las atracciones principales que trae la muestra. Estrenada en el pasado Festival de Cannes, la película ha llamado la atención por el uso experimental del formato 3D. "Godard es un filósofo contemporáneo que se desarrolla en el área cinematográfica, ya no es un cineasta en el sentido más estricto, sino que es un pensador, una lumbrera", dice Camargo sobre el octogenario realizador francés. Cruzan la película la historia de una pareja en crisis y la imagen recurrente de un perro. En Adiós al lenguaje se vuelven a encontrar elementos característicos de la obra del director: el uso de distintos formatos de grabación mezclados con textos, el sonido no sincronizado con la imagen y la narración disruptiva.

En esta misma sección se dará Jauja, película del argentino Lisandor Alonso, protagonizada por Viggo Mortensen. Exhibida en Cannes 2014 con excelentes reseñas, es la historia de un explorador danés (Mortensen), que a mediados del siglo XIX se interna en la Patagonia argentina en busca de una soñada vida mejor. Tomas largas y estáticas, parlamentos mínimos, una actuación contenida de Viggo Mortensen. De esa concisión se arma esta cinta, saludada por algunos como un auténtico western al fin del mundo.

También desde Cannes viene Maidan, del ucraniano Sergey Loznitsa, documental que retrata los movimientos que terminaron por sacar del poder al presidente Yanukovych, a principios de este año. La película está hecha desde el punto de vista de los manifestantes, a ras de piso, con la cámara al hombro, muchas veces a riesgo de que al camarógrafo le llegue una pedrada o, peor, un balazo desde el pelotón represivo. Loznitsa no discursea ni hay políticos opinando. Sólo la masa enfurecida.

TRIBUTOS Y CINE CHILENO

También, tendrá lugar un homenaje al cineasta alemán Harun Farocki, fallecido en julio de este año. Conocido por su cine rebelde e iconoclasta, su obra es considerada una referencia obligatoria del cine ensayo y el documental político. Bastante recordado es el inicio de su película El fuego inextinguible (1969), donde Farocki, dirigiéndose a la cámara y tras pronunciar un discurso en el que denunciaba el uso del napalm en Vietnam y la política de Estados Unidos, apaga un cigarro en su antebrazo. Precisamente esa película será uno de los títulos que se estará exhibiendo en el marco de la retrospectiva, que también contempla obras como Imágenes del mundo y epitafios de guerra (1988), Imágenes de una prisión (2000) y Reconocer y perseguir (2003).

En tanto, la película que inaugurará el certamen será Tierra en movimiento, de la documentalista Tiziana Panizza, trabajo premiado en el pasado Festival de Documentales de Santiago (FIDOCS), en la competencia de obras en desarrollo. Rodado en 8 mm, el filme es una reflexión en torno a lo transitorio y la obsolescencia del espacio construido. La cámara registra lo que ha quedado en pie tras el terremoto, aquellas estructuras que con el tiempo, inevitablemente, tendrán que desaparecer.

La competencia internacional, por su parte, la componen 12 largometrajes. "No son películas redonditas, sino que apuestas arriesgadas que se salen de las fórmulas convencionales", afirma Raúl Camargo, sobre una selección que cruza temas tan diversos como el conflicto en Gaza, el sistema ferroviario chino y la emigración europea. Dentro de la competencia figuran dos chilenas: Matar a un hombre, de Alejandro Fernández Almendras, y Mar, de Dominga Sotomayor.

Por su parte, en la competencia nacional hay seis filmes. Dentro de la competencia destacan las películas La madre del cordero, de  Enrique Farías y Rosario Espinosa, y Santiago Violenta, quinto largometraje del director Ernesto Díaz, donde narra la historia de tres amigos que se internan en el submundo sombrío de Santiago Centro.