Hasta ahora, se alza como uno de los episodios más polémicos y bochornosos en la cartela local de esta temporada. El pasado viernes 2, la Intendencia Metropolitana decidió no autorizar el festival Frontera -tradicional encuentro centrado en la música latina y que desde 2013 ha escalado como uno de los más populares del país- que se realizaría justo un día después en el Club Hípico.
El anuncio, a poco más de 12 horas del inicio del espectáculo, descolocó a los fanáticos que ya contaban con su entrada (sobre todo a los que viajaron por regiones, cuya queja se expresó por redes sociales) y al gran número de artistas internacionales que habían llegado al país para participar de la maratón musical. Entre ellos figuraban Emir Kusturica, Shaggy, Paralamas, Attaque 77, Christina Rosenvinge y Los Cafres. Algunos, como Gondwana, volvieron rápidamente desde México sólo para decir presente en el recinto santiaguino y se enteraron al aterrizar del incidente. Otros, como la banda venezolana Los Amigos Invisibles o la cantante chilena avecindada en México Mon Laferte, hasta habían alcanzado a hacer un día completo de entrevistas en distintos medios, publicitando su paso por Frontera.
Pero todo se vino al piso con una determinación de última hora que, según la entidad gubernamental, tuvo cuatro avisos previos, los días 18, 25 y 29 de noviembre, y el 1 de este mes. En todos, la productora Transistor, organizadores del festival, no cumplió 15 de los 28 requisitos establecidos para encuentros masivos.
¿Las razones para la suspensión? Claudio Orrego, intendente de la Región Metropolitana, detalla: "Ellos no estaban cumpliendo en temas de salud y de seguridad laboral. Tampoco en el aspecto eléctrico, donde no tenían aprobado el TE1, lo más básico que debe certificar alguien para que el sistema funcione bien. Y por otro lado, no tenían visto bueno de Carabineros por el número de guardias que requiere la ley, por el ítem de orden público y por las vías de evacuación. Actuamos de manera dura, porque no queremos que en Santiago suceda otro Cromañón".
¿Y por qué se optó por cancelar el espectáculo la noche anterior? "Les quisimos dar más tiempo. Si llegaban con 24 horas de anticipación con los papeles requeridos, les aprobábamos el evento. No nos quedó otra, se vencieron todos los plazos. Además, ellos ya tenían una mala evaluación de este mismo festival en los años anteriores. Tenemos una regulación que desde 2015 busca profesionalizar esta industria. Mientras yo sea intendente, seré duro en eso, no me importa si el evento lo hace el Presidente de la República o una productora de barrio".
En ese sentido, hay algunas cifras. Según el Sernac, la industria de los shows masivos es, de todo el mercado, la que menos entrega respuestas a los oficios exigidos por el organismo cuando se infringe la ley del consumidor: 35,4% de las acciones emprendidas queda sin resolución. De los 1800 reclamos recibidos en el último tiempo en el rubro de entretención, 567 corresponden a conciertos. En lo puntual, la entidad ya ha recibido 20 quejas por Frontera y ofició a la productora para que entregue todos los antecedentes. Si no hay satisfacción en torno a lo informado, el propio Sernac puede guiar un juicio colectivo.
Ernesto Muñoz, director de la institución, dice: "Aquí hay un cambio unilateral de lo ofrecido. Los responsables deben ofrecer realizar el evento con las mismas condiciones anunciadas, lo que ya es difícil. Y alguien que vino de regiones puede perfectamente solicitar que se le indemnice en todo lo que gastó para llegar a Santiago".
Transistor informó que en 10 días anunciará la nueva fecha y locación del festín rockero. Según distintas fuentes, se baraja el primer trimestre de 2017, con marzo como el mes más idóneo, y en un reducto como el estadio Santa Laura, donde la compañía ya ha montado varios recitales. En caso que los consumidores no estén conformes, pueden solicitar la devolución del dinero.
Consultado por La Tercera, el director de la promotora, Leonardo Valeria, declinó hacer declaraciones. Los representantes de distintos artistas involucrados dicen que se les canceló todo lo acordado por un espectáculo que finalmente no fue y que ya existe un compromiso preliminar para participar de una nueva fecha, aunque dependerá de su disponibilidad de agenda, sobre todo en el caso de los números extranjeros. Ninguno, hasta ahora, ha expresado críticas hacia la organización.