Imágenes del ventisquero Queulat en el sur de Chile, un crucifijo devorado por las hormigas en México, una familia captada detrás de una pared de vidrio y una road movie del desierto en San Pedro de Atacama, son algunas de las escenas que desde el 10 de agosto, se podrán ver desplegadas en pantallas led, en la sala central del Museo de Bellas Artes. Será el debut de este espacio como sede del Festival de Cine Sanfic, cuya programación arranca una semana después de que esta muestra se inaugure, el 17 de agosto.

Titulada Silencio para 5 + En la pampa, la exposición de video arte es parte de la tradicional sección Shoot the Shooter del certamen, la que, desde 2007, está rescatando las creaciones en video de artistas visuales como Juan Downey, Andy Warhol o Alfredo Jaar.

Esta vez también se verán artistas de primera línea. Es el caso de Gianfranco Foschino, chileno radicado en Nueva York que con 28 años se ha ganado los aplausos de gente como el cineasta Patricio Guzmán y del artista Iván Navarro. Acaba de exponer en la Bienal de Arte de Venecia y se caracteriza por captar con su cámara estática imágenes de entornos naturales que parecen auténticas pinturas. "Su obra demuestra de forma dramática las posibilidades escultóricas del video arte. Trabajando con pantallas led, este artista ha sido capaz de imitar algo de la escala real del ventisquero Queulat y nos invita a contemplar el paisaje y su vegetación solitaria", explica el curador de la muestra, Christian Viveros-Fauné sobre la obra Fluxus que Foschino creó en 2010.

ADIOS MENINAS
Otra de las jóvenes que se ha ganado un espacio en el mundo del arte, es la estadounidense Adad Hannah, de la que se exhibirá el video Repose (on the plinth). Producido por el Museo Nacional del Prado en 2008, muestra a dos jóvenes sentados frente a Las Meninas de Velázquez. Ambos sostienen un espejo que oculta al cuadro.

Obras de pioneros del video arte también son parte de la panorámica, como la censurada Fire in my belly de David Wojnarowicz, que entre 1986 y 1987, construyó un controversial relato visual sobre el VIH y la espiritualidad: la obra sólo alcanzó a estar 24 horas en la National Portrait Gallery de Washington ydebió ser retirada. En Fire in my belly, hombres sin piernas, rings de lucha libre y bocas cosidas con hilo, se funden con la imagen de un Cristo cubierto de hormigas. "Las imágenes silenciosas de este artista bastaron para que los moralistas de la Liga Católica y políticos republicanos en Estados Unidos armaran un revuelo que los dejó muy en evidencia como enemigos del libre pensamiento. Creo que era importante traerla aquí para ver qué suscita", remata Viveros-Fauné.