Después de la emoción de la primera vez, vino la incertidumbre, una que otra mueca de molestia. El festival Stgo Rock City, que se realizará el viernes 29 y el sábado 30 de este mes en el Estadio Monumental, distribuyó su primera jornada bajo un horario difícil de conciliar con una jornada hábil: The Who parte a las 18.30 horas, mientras que Guns N' Roses, el plato de fondo, lo hará a las 20.30.
Por tanto, la duda saltó inevitable: ¿por qué The Who, debutantes en escenarios locales, uno de las instituciones más señeras del rock clásico, esperados durante años por un porcentaje considerable de la fanaticada chilena, aparecerá aún con luz de día, con sus seguidores al límite del cierre laboral o inquietos por el tráfico siempre agobiante de esas horas?
Los organizadores, la productora The FanLab, tienen varias respuestas, apelando a la forma en que se organizan estos eventos para cumplir con las exigencias de todos los grupos y también a aspectos coyunturales.
Por ejemplo, ambos vienen con un show completo, que en el caso de los británicos se extiende por cerca de dos horas, mientras que los hombres de November rain contemplan un espectáculo de casi tres horas (sumado al intervalo entre ambas presentaciones para desmontar y montar sus respectivas escenografías).
Por tanto, para que el primer día de Stgo Rock City culmine a la medianoche, plazo estimado en el que deben finalizar los eventos al aire libre en la capital, la maratón rockera debía partir con mucha antelación.
Francisco Goñi, director de The FanLab, sigue: "En todos los festivales internacionales, los grupos de este nivel manejan estos tiempos para poder presentar shows de alta categoría. Y es la única manera de que ambos puedan dar un espectáculo individual, el mismo que están mostrando hoy, sin acortarlo". Por lo demás, el ejecutivo cita un ejemplo reciente: en el festival Desert Trip que el año pasado en California reunió a las mayores leyendas del rock, todas las presentaciones partieron a las 18.15 horas, aún con el sol golpeando en pleno desierto, bajo el propósito de que los artistas mostrarán todo su listado de canciones. De hecho, los propios The Who, que abrieron la velada final de esa cita, saltaron a escena en ese horario.
Negociación rockera
Pero también hay una razón menos protocolar. El orden de aparición de ingleses y estadounidenses fue un arduo gallito librado por sus respectivos representantes, obstinados en la tarea de que sus respectivas crías se convirtieran en la guinda de la torta y se quedaran con el horario más estelar. Y la fricción no sólo apuntó a Chile, sino que también a Brasil y Argentina, las otras plazas sudamericanas donde ambos conjuntos compartirán jornada.
A la hora de arrojar argumentos sobre la mesa, los autores de My generation se imponen sobradamente por trayectoria e influencia. En ese casillero prácticamente no hay dudas. Pero en la carta de la popularidad, los hombres de Axl Rose roncan con mucha más fuerza: pese a tener apenas seis discos, su repertorio es mucho más masivo y transversal, con el antecedente de ya haber repletado el Estadio Nacional de Santiago en dos oportunidades (1992 y 2016).
En base a ese ítem, finalmente los norteamericanos torcieron la historia y la negociación, y se apoderaron del cierre de la velada.
Para el día 30, hay muchas menos dudas y ajustes. Marky Ramone, el ex integrante de The Ramones, inaugurará la programación a las 18.00 horas, para luego ir por L.A. Guns (19.00), Def Leppard (20.15) y, finalmente, Aerosmith (22.30). Las entradas se pueden adquirir a través de la web y los puntos de ventas de Puntoticket.