Un total de 282 efectivos, pertenecientes a las tres ramas de las Fuerzas Armadas (Ejército, Armada y Fach), fueron sancionados por su institución tras ser sorprendidos consumiendo alcohol o en estado de ebriedad, ya sea dentro o fuera de recintos institucionales.
A través de una solicitud por Transparencia a cada una de las tres entidades, La Tercera, accedió al registro de miembros de los cuerpos de la Defensa que fueron castigados por esta falta en el período de 2010 a la fecha.
Los resultados entregados por las propias instituciones indican que es la Armada la que registra el mayor número de efectivos que fueron detectados ebrios o consumiendo alcohol (147), seguido de la Fach (118) y el Ejército (17).
En el caso de esta última institución, los datos entregados abarcan desde 2006 a 2016. En su respuesta por transparencia, la entidad argumentó que "conforme al principio de divisibilidad y el de facilitación, y cuando la información no se encuentra sistematizada de la forma que se solicita, se hace presente que desde el 2006 al 2016 existen 17 investigaciones sumarias administrativas".
El desglose por año refleja que en 2016 los castigos aplicados a integrantes de la Armada llegaron a 22, mientras que a los miembros de la Fach alcanzaron a 23 casos.
En lo que respecta a las sanciones por esta falta, en el caso de la Armada se informó que fueron amonestaciones en diversos grados, rotulados como "A", "B" y "C", sin especificar sus características. En el caso de la Fach, a los sorprendidos en este tipo de conductas se les castigó en su mayoría con arresto militar, amonestación y reprensión.
El Ejército informó que de los 17 casos que presentan, correspondientes a investigaciones sumarias administrativas, 13 ya están resueltas y una de ellas terminó con la expulsión del sancionado.
En relación a estos hechos, y el contexto militar en que se producen, el director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Patricio Bustos, indicó que "es preocupante, pero no alarmante, la situación (del consumo de alcohol) en las FF.AA. en relación al conjunto de la ciudadanía".
Subrayó que por ello, constantemente se realizan talleres y capacitaciones en conjunto con las ramas uniformadas, para que sus miembros comprendan los riesgos a los que se exponen, desde el punto de vista de la salud, al consumir alcohol o drogas. Explicó que desde 2012 han capacitado e informado a más de 80 mil efectivos, y que este año se han sumado otros 21 mil a la lista.
Medidas
Las tres ramas de las FF.AA. han adoptado diversas medidas frente al tema del alcohol al interior de sus filas.
La Armada sostuvo que es una tarea permanente "que los mandos de las unidades y reparticiones gestionen conferencias periódicas en materias de salud, en especial sobre enfermedades contagiosas, alcoholismo y droga- dicción, para ilustrar al personal y elevar al mando pertinente todas las dudas que tenga la dotación".
En la Fach, en tanto, indicaron que "el consumo es motivo de especial preocupación y atención en todos los niveles del mando de la Fuerza Aérea, considerando las consecuencias que tienen estos estados en la salud de las personas, en su desempeño laboral y en su vida familiar".
El Ejército sostuvo que "en el último tiempo (la institución) se ha preocupado con énfasis del consumo de alcohol en su personal, cuando constituye una transgresión a la normativa legal, habiendo difundido claras disposiciones que lo prohíben durante las actividades del servicio".
Se indicó, también, que se han enviado disposiciones a través de circulares informando sobre la restricción del consumo de alcohol.
Parlamentarios
Los parlamentarios se mostraron sorprendidos con la estadística. "El tema es delicado. Tiene que corregirse. Quizás tomarse medidas más estrictas, para que, en definitiva, sus integrantes sepan lo que les va a pasar si son sorprendidos en estado de ebriedad en ejercicio de sus funciones", señaló el diputado Guillermo Ceroni (PPD).
Su par Jorge Ulloa (UDI) indicó que las cifras de castigados por esta falta "no son despreciables (...); lo que se debe realizar para evitar este tipo de actos es un mayor control. El tema no está solamente en aumentar las sanciones, sino también en una mayor y mejor fiscalización del personal. Es decir, buscar fórmulas que permitan evitar el consumo, por el evidente riesgo que significa en relación al manejo de armas".