"Una marca con domicilio conocido" decía la publicidad de Fiat durante la segunda mitad de los años 60, época en la que se arraigó definitivamente en Chile con modelos como el 600 y el 125 que eran ensamblados en territorio nacional, específicamente en Rancagua. Ahí funcionó la segunda y última planta instalada por la empresa italiana en el país (la otra estuvo en Arica), la cual fue intervenida el 11 de septiembre de 1973 y de donde fueron reconocidos cerca de mil exonerados políticos.

La historia de esta planta hizo noticia durante la semana luego de que el presidente del PS, Osvaldo Andrade, asegurará que el ministro del Interior, Andres Chadwick, también había certificado a exonerados políticos en medio de la controversia generada por el informe de la Contraloría que daba cuenta de cerca de 3 mil casos falsos. "Con orgullo contruibuí a quienes sí tenían derecho legal no quedaran al margen", comentó el ministro el jueves.

De hecho, en la carta enviada en mayo de 2001 por el entonces senador UDI, Andrés Chadwick, solicitaba al director de la Oficina de Exonerados Políticos, Humberto Lagos, que tomara en cuenta su relato, para que los beneficios previsionales fueran extendidos a los trabajadores que fueron desvinculados después de 1979, ya que, según asegura Chadwick, la empresa estuvo intervenida durante todo ese tiempo por personal militar.

"En mi calidad de senador de la VI Región y por mi directa participación en la reconstitución de antecedentes que acreditaron ya en una oportunidad que la ex empresa Fiat, planta Rancagua, estuvo sujeta a intervención gubernativa, deseo plantear mi plena certeza que dicha intervención permaneció en el tiempo más allá del año 1979 hasta los primeros años de la década de 1980, y que el grupo de trabajadores que actualmente solicitan sus beneficios legales, como consta en los documentos que han acompañado a su presentación, se encuentran en la calidad cierta de calificar como exonerados políticos, si se resuelve favorablemente por Uds. El tema de los plazos de intervención de la empresa", señala Chadwick en la carta.

ENSAMBLADOS EN RANCAGUA
Pero la historia de la planta Fiat en Rancagua se remonta al año 1967. "A la empresa llegaba la carrocería del auto, llegaban desarmados. Yo trabajé 16 años en la planta, hasta que fui exonerado", señala Ramiro Aguilera, ex trabajador de Fiat y vicepresidente del comité que agrupa a los exonerados de esa empresa.

La empresa era ampliamente conocida, ubicada a un costado de la carretera, era parte del paisaje al pasar por la Ruta 5 Sur. Algunos, incluso aseguran que fue centro de torturas tras el Golpe de 1973, cuando fue intervenida por el Estado. Ramiro Aguilera desmiente tajantemente el hecho. "En ningún momento hubo torturas dentro de la empresa, hay trabajadores que sí fueron torturados, pero no en la empresa. La empresa estaba administrada por los militares, incluso dicen que había policías infiltrados, pero no hubo torturas al interior de la planta", asegura Aguilera.

EXONERADOS POLITICOS
Tras el informe de Contraloría, que identificó a cerca de 3 mil exonerados que recibieron beneficios previsionales sin contar con la totalidad de antecedentes para ser considerados como tales, se creó una controversia entre el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade y el ministro del Interior, Andrés Chadwick. Mientras Andrade asegura que Chadwick también había firmado certificados para exonerados, el titular de Interior se defendió diciendo que sólo ayudó a acreditar que la empresa estuvo intervenida por militares tras 1979.

Al respecto, Zaida Araya, secretaria general del Comando de Exonerados Políticos, señala que "Fiat de Rancagua estaba calificada como intervenida hasta el año 1979, después de la carta de Chadwick se logró que fuera calificada hasta el año 1982. Mediante la carta, le pide a Humberto Lagos que rectifique que la empresa estuvo intervenida hasta después de 1980. Eso benefició a más de 600 personas, lo que significó que fueran calificados como exonerados políticos".

(La carta de Chadwick) benefició a más de 600 personas, lo que significó que fueran calificados como exonerados políticos", Zaida Araya, secretaria general del Comando de Exonerados Políticos.

Por su parte, Ramiro Aguilera dice que hubo cerca de mil exonerados reconocidos en la planta de Rancagua, y que el entonces senador Chadwick "habló con Jorge Raggio, el interventor de la empresa, para certificar que había sido intervenida (...) Chadwick no firmó finiquitos ni declaraciones personales, consiguió que se acreditara que la Fiat había sido intervenida por militares".

La planta Fiat de Rancagua cerró sus funciones en 1982, poniendo fin al ensamblado de vehículos en territorio nacional.