Hace casi un año, el delantero argentino Marcos Riquelme (27 años) fue una de las grandes revelaciones. Tras dos campeonatos, el tercero finalmente fue el vencido. A punta de buenas actuaciones, y sobre todo goles, el oriundo de Presidente Derqui, en Buenos Aires, se alzó como máximo artillero del Apertura 2015. Su nombre rondó en algunos equipos grandes pero Palestino decidió retenerlo. Eso hasta esta temporada, que tuvo que hacer caja. Y ahí apareció Audax Italiano. Había vendido a su gran carta de gol -Felipe Mora- a la U, y necesitaba llenar ese vacío. Riquelme dudó poco y se fue a La Florida, donde soñaba con repetir lo hecho en La Cisterna. Sin embargo, una lesión que comenzó como un simple pancorazo lo alejó de las cancha por casi dos meses.

Pero ya está de vuelta: hace tres partidos volvió a las convocatorias, a retomar el ritmo. De goles, de muchos goles, aún es apresurado hablar. "Estoy contento de haber vuelto, he estado ausente la mayoría del campeonato, eso me hizo muy mal y obviamente que quizás el equipo me habrá necesitado", asegura en conversación con La Tercera.

Es que el Pájaro, como lo apodan cercanos, sufrió mucho con la lesión, la más grave de su carrera: "Me tuvo muy triste, muy bajoneado, no era la forma cómo quería empezar. Desde que llegué he estado casi siempre desde afuera, viendo por tele", dice quien apenas ha jugado siete de 15 partidos posibles con la camiseta verde "Cuando sentí el golpe pensé que sólo era eso y que me podía tener algunos días afuera, porque incluso se me deshinchó y pensé en jugar contra Colo Colo, pero Pellicer (aún era DT) me mandó a hacer imágenes y al final era un doble desgarro en el gemelo".

Su ausencia coincidió con el peor momento de Audax: "No estar con mis compañeros en los momentos difíciles me ponía peor. Me siento parte del plantel, pero quería estar ahí, en cancha. No podía hacer nada, me desesperaba. Lamentablemente le costó el trabajo a Pellicer".

¿Se siente en deuda con Audax Italiano? "Llegué a un equipo al que se le fue un goleador, importante y querido, Felipe Mora. El día que llegué dije que iba a ser complejo hacer algo de lo que hizo él acá. Y aunque no estuve por lesión y no por decisión técnica, sé que en parte estoy en deuda. Trataré de revertirlo lo más rápido posible".

Ya recuperado,quien recién hace seis años, a los 21, comenzó a jugar al fútbol, sólo quiere mirar para adelante: "Ahora jugamos con uno de los grandes. Si ganamos y dependiendo de otros resultados nos metemos ahí arriba, pero en lo que estamos más enfocados es en Copa Chile. Sabemos que es un cupo y lo vamos a pelear hasta el último. Estamos solamente a una llave de meternos a una copa internacional. Estamos muy cerca. Tenemos que confiar en nosotros, estamos a un pasito".

Antes, eso sí, la UC: "Son los últimos campeones, hay que respetarlos. Van a estar en su cancha, con su gente, donde se hacen muy fuertes. Católica es un equipo difícil, pero no imposible".