Neymar es, sin duda, el hombre del momento en el mercado de fichajes europeo. El brasileño podría estar viviendo sus últimas horas con el Barcelona antes de ser traspasado al PSG, que está dispuesto a pagar los $222 millones de euros que cuesta la cláusula para que deje el club culé.
En Radio Catalunya, en España, son más osados y aseguran que el fichaje del ex Santos está "en un 95%" y que sólo restan detalles para que el delantero sea oficialmente jugador del conjunto parisino.
En el equipo azulgrana ya dudan de que el brasileño siga en el equipo, pese a que está entrenando normalmente en la pretemporada en Estados Unidos junto al resto de sus compañeros. Su silencio, no obstante, no hace más que alimentar las especulaciones. ¿Y en redes sociales? Tampoco da pistas. Salvo una imagen suya con la mirada perdida, acompañada de un emoji con la mano en la barbilla, el que representa a alguien pensando o analizando una situación.
La situación está por definirse. Mientras, el diario Sport da más detalles respecto de la incomodidad del brasileño. La imposibilidad de ser el número uno -a la sombra de Messi-, la intención de jugar en otra posición, así como los líos judiciales en los que se ha visto envuelto desde su arribo a Barcelona hace cuatro años, lo tienen meditando el cambio.
