El ex Presidente cubano Fidel Castro acusó hoy a Estados Unidos de sembrar "el caos y la desinformación" acerca de las revueltas contra el gobierno de Muammar Gaddafi en Libia e insistió en que Washington podría estar preparando una intervención militar en el país a través de la OTAN.
"Los medios masivos del imperio han preparado el terreno para actuar. Nada tendría de extraño la intervención militar en Libia, con lo cual, además, garantizaría a Europa los casi dos millones de barriles diarios de petróleo ligero, si antes no ocurren sucesos que pongan fin a la jefatura o la vida de Gaddafi", afirmó Castro en una nueva entrega de su columna "Reflexiones".
"Van a tratar de sacarle el máximo provecho a los lamentables sucesos de Libia. Nadie sería capaz de saber en este momento lo que allí está ocurriendo. Todas las cifras y versiones, hasta las más inverosímiles, han sido divulgadas por el imperio a través de los medios masivos, sembrando el caos y la desinformación", dijo.
En su artículo publicado en medios cubanos, el ex jefe de Estado consideró que "es evidente que dentro de Libia se desarrolla una guerra civil", y afirmó que el papel del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la actual crisis "es bastante complicado".
"Nadie en el mundo estará nunca de acuerdo con la muerte de civiles indefensos en Libia o cualquier otra parte. Y me pregunto: ¿aplicarán Estados Unidos y la OTAN ese principio a los civiles indefensos que los aviones sin piloto yanquis y los soldados de esa organización matan todos los días en Afganistán y Pakistán?", escribió el líder de la revolución cubana.
"Es una danza macabra de cinismo", añadió en la segunda columna que dedica a Libia esta semana.
Por otra parte, el primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, condenó hoy el uso de la violencia para reprimir las manifestaciones en Libia, al tiempo que pidió que nadie "interfiera" desde el exterior en los asuntos internos del país africano.
"Por supuesto que estamos preocupados en primer lugar por el número de víctimas", comentó Putin, al tiempo que lanzó la voz de alarma ante la posibilidad de que activistas radicales islámicos puedan tomar como nuevas bases para sus acciones el norte de África.