Todo comenzó el 30 de agosto. Ese día, La Tercera dio a conocer que el BBVA había mandatado al Citibank de Nueva York para la venta de su banco en Chile y que el Scotiabank corría con ventajas, en una operación que se estima podría bordear los US$ 2.900 millones. A partir de ese momento vino la avalancha de anuncios de operaciones de ventas -o M&A- que han generado una verdadera danza de millones.
Una semana después del anuncio del BBVA, las portadas las acaparó Banmédica, al anunciar que había llegado a un acuerdo con el grupo estadounidense United Health Group para vender el 100% de la isapre, controlada por los grupos Penta y Fernández León. Y todo por la no menos despreciable suma de US$ 2.800 millones. Días más tarde fue el turno de Walmart, supermercadista que reconoció estar negociando con Bci la venta de su filial Presto. La operación fluctuaría entre los US$ 600 y US$ 800 millones.
Y esta última semana las versiones se concentraron en SQM, luego de que la canadiense Potash (PCS) anunciara que estaba evaluando la venta de activos de empresas en las que participa a nivel mundial, luego de las condiciones impuestas por las autoridades de India, China y Canadá para aprobar su fusión con Agrium.
Durante toda la semana la acción de SQM experimentó un rally gatillado por las especulaciones de que Potash vendería el 32% de las acciones de SQM. El viernes se conoció que hace unos 30 días Potash dio un mandato de venta a dos bancos de inversión: Goldman Sachs y el Bank of America Merrill Lynch para que busquen un comprador. La operación sería importante, porque considerando el valor bursátil de SQM al cierre del viernes, el 32% implicaría cerca de US$ 4.500 millones. Sumando todas estas operaciones, los activos en venta alcanzan los US$ 11 mil millones.