Unos diez millones de brasileños recibieron el Año Nuevo en las principales ciudades del país, con el foco principal en la mayor atracció, el show de  música y fuegos artificiales en la playa de Copacabana, Río de  Janeiro. Bajo la lluvia, más de 2 millones de personas, entre ellos miles de extranjeros, se congregaron para celebrar,  según informó el ente de turismo Riotur.

Desde las favelas de Vidigal y Rocinha, ocupadas  recientemente por la policía en la lucha contra el narcotráfico, se organizaron fiestas para seguir el show.

Los 16 minutos de fuegos artificiales fueron acompañados por  la canción de los Beatles "All you need is love". La espera para  el "Reveillon", expresión francesa para el Año Nuevo en Brasil,  incluyó shows de Beth Carvalho, O Rappa y Latino.

La entidad World Travel Guide entregó a la Secretaría de  Turismo de Río el premio a la más importante fiesta de fin de  año del Mundo.  Miles de personas saltaron siete olas en Copacabana y otras  entregaron ofrendas florales a Jemanjá, diosa africana que  devolverá supuestamente los anhelos durante 2012.

En Sao Paulo, la mayor ciudad de América del Sur, fue  realizada la mejor fiesta de los últimos 15 años, con dos  millones de personas en la Avenida Paulista y un espectacular  show de luces y pirotecnia.

En sintonía con la fiesta por los 120 años de la Avenida  Paulista, arteria símbolo de la metrópoli, dos millones de  personas resistieron a la lluvia y esperaron el show de luces  con pantallas liquidas en el frente de los edificios que  acompañaron los 15 minutos de fuegos artificiales.

En Fortaleza, Ceará, donde se declaró el estado de emergencia  institucional por la huelga de policías, la fiesta fue  custodiada por militares y la tropa de elite enviada por el  gobierno federal. Cerca de 1 millón de personas acudieron a los  shows, en los que la principal estrella fue la cantante de axé  Ivete Sangalo.

En Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, también 2  millones de personas según la policía se agolparon para despedir  el año al aire libre, en un escenario preocupante para las  autoridades, ya que 44 ciudades de ese estado están en  emergencia por lluvias y deslizamientos de tierra.

Las fiestas populares masivas también se registraron en  Florianópolis, capital del estado de Santa Catarina, y en las  más populosas del noreste, como Salvador y Recife.

La capital, Brasilia, tuvo "apenas" 100 mil asistentes a la  fiesta organizada por el Distrito Federal en la Explanada de los  Ministerios, frente al Congreso y a la Casa de Gobierno y al  Palacio de Justicia diseñados por el arquitecto Oscar Niemeyer.

En el espectáculo con gran cuidado estético los fuegos  artificiales formaron una combinación con los edificios públicos  de estilo modernista, iluminados con colores nacionales, el  verde y  el amarillo.