Está lleno de barro, los perros se cruzan en la pista mientras los deportistas compiten y la iluminación no es óptima. "Aquí se prueba quién se atreve más que otro", asegura la patinadora chilena y doble medallista mundial, María José Moya, quien ya ha corrido dos de las tres fechas clasificatorias para la Copa del Mundo de Bélgica, desafiando el miedo que implica un accidente en el insólito patinódromo del Complejo Deportivo Santa Fe de Curicó.
La realización del torneo clasificatorio para el Mundial de Bélgica, que cuenta con la participación de 190 deportistas, se ha complicado con las lluvias que mojan el patinódromo curicano, situación la que la Federación Chilena de Hockey y Patinaje no consideró para suspender la primera fecha de este torneo.
Por eso María José acusa la falta de preocupación y cuidado hacia los patinadores, y a pesar de que no señala responsables, reclama que "alguien tiene que velar por nuestra integridad física. Creo que es una falta de respeto para nosotros".
Respecto del estreno en el patinódromo curicano, Moya afirmó que "llovió y nos tiraron a correr igual". Aún así, a pesar de lo mojada que estaba la pista, debutó batiendo el record nacional en los 200 metros contra reloj con un crono de 18.81, y también ratificó su categoría de mejor exponente chilena en los 300 metros de velocidad, marcando un tiempo de 27.68, para asegurar un cupo en la copa mundial.
María José sabe lo riesgoso que significa correr sobre la lluvia, pues en las clasificatorias de 2009 se accidentó compitiendo en el patinódromo mojado de La Pintana. En dicha ocasión, la jueza Patricia Pezoa ordenó no suspender la prueba de los 200 metros. Como consecuencia, la velocista chilena sufrió una fractura nasal y un esguince cervical que la dejaron fuera del Mundial de China por dos puntos.
DOPING A OSCURAS
Y eso no es todo. Las irregularidades también se reflejan en los exámenes de control doping a los que han debido someterse los atletas antes de competir, un aspecto riguroso y delicado que escapa de todo profesionalismo.
De hecho, durante el torneo clasificatorio, las muestras se han tomado a oscuras por la falta de iluminación de los únicos tres baños disponibles para los patinadores, según cuentan los propios participantes.
Las precarias condiciones y la carente infraestructura del recinto llevaron a los deportistas nacionales a tomar contacto con Chiledeportes para llegar a un acuerdo y hallar una solución viable, puesto que se están violando las normas de la FIRS (Federación Internacional de Patinaje). Sin embargo, acusan que la respuesta de la entidad chilena fue nula.
Este fin de semana las lluvias volvieron a empapar la pista de patinaje. Arbitró la misma jueza que no suspendió el clasificatorio en el cual Moya se accidentó hace cuatro años, y las pruebas se disputaron de igual manera. Así, al menos tres patinadores resbalaron durante la jornada de competencia, cifra que se sumó a las más 20 caídas que hubo la semana pasada.
Aún no se confirma el día de la tercera fecha clasificatoria, que debiera fijarse para el fin de semana del 29 y 30 de junio, pero lo más probable es que las elecciones primarias presidenciales obliguen a postergar el torneo para el sábado 6 y el domingo 7 de julio, nuevamente en el patinódromo curicano.