La Corte de New Haven fijo hoy en US$ 3 millones la fianza del técnico de laboratorio Raymond Clark quien se encuentra acusado del asesinato de la estudiante de Yale, Annie Le.
El cadáver de la joven de 24 años fue encontrado el domingo pasado detrás de una pared, entre tuberías y cajas, precisamente el día en el que tenía previsto casarse.
Según dio a conocer la policía, el arresto se basó en númerosas entrevistas, evidencia forense e información obtenida de la cámara de vigilancia.
El detenido, que presentaba una serie de rasguños en el pecho ya había sido retenido por la Policía el martes. Pero lo soltaron horas después porque, según dijeron, las pruebas de ADN que se le practicaron no lo acusaban.
No obstante, siempre fue calificado por la investigación como "persona de interés".
Clark fue detenido por segunda vez en un hotel de carretera ubicado a unos 40 kilómetros de la Universidad de Yale, en Connecticut, una de las más prestigiosas del país.
Clark es el único sospechoso, según dijo hoy en conferencia de prensa el jefe de la Policía de New Haven (Conecticut), James Lewis, quien no avanzó un posible móvil del crimen más allá de lo que denominó "violencia en el puesto de trabajo".
"Es importante destacar que no estamos ante un crimen urbano, universitario o doméstico, sino que se trata de un asesinato relacionado con violencia en el puesto de trabajo, algo que se está convirtiendo en una creciente preocupación en nuestro país", dijo Lewis en la conferencia de prensa.
Los exámenes forenses determinaron ayer que Le murió estrangulada.
Técnicamente, según los forenses, la causa de la muerte fue "asfixia traumática motivada por la compresión del cuello", pero no se han facilitado detalles de la autopsia.
Annie Marie Le, de 24 años y de origen asiático, desapareció el martes de la semana pasada y su cuerpo fue hallado el domingo, el mismo día en que tenía previsto casarse con Jonathan Widawsky, un estudiante de postgrado de la Universidad de Columbia.
Hasta ahora, las autoridades han entrevistado a más de 100 personas que tuvieron acceso al edificio el domingo pasado y se han tomado también decenas de muestras de cabello y saliva a diferentes personas para realizar pruebas de ADN, pero sólo hay éste acusado.
El cadáver de la estudiante fue hallado detrás de una pared, entre tuberías y cables, en el sótano de unos laboratorios de biología molecular de la universidad.