Líder de las juventudes hitlerianas durante la década de 1930, Baldur von Schirach asumió como gobernador de Viena en 1941, después de que Austria fuera anexada a la Alemania nazi. Bajo sus órdenes fueron deportados miles de judíos de la ciudad hacia campos de concentración. Tras el fin de la II Guerra Mundial fue condenado a 20 años de prisión en los juicios de Nuremberg. En ese período, Schirach perdió, entre otras cosas, el Anillo de Honor que le había entregado la Filarmónica de Viena. Lo recuperó: al salir de prisión, en 1966, la orquesta lo condecoró nuevamente y le entregó otra vez el anillo en una ceremonia privada.
Los hechos, que han remecido a la opinión pública austríaca, fueron revelados esta semana por la propia Filarmónica, que en su página web publicó las conclusiones de una investigación sobre sus históricos lazos con el nazismo. Considerada por muchos como la mejor orquesta del mundo, la agrupación abrió sus archivos a los historiadores Oliver Rathkolb, Fritz Trümpi y Bernadette Mayrhofer, cuando se cumplen 75 años de la anexión de Austria a Alemania y tras presiones políticas en su país.
Según los historiadores, entre 1938 y 1945, la Filarmónica de Viena separó de sus filas a los integrantes judíos y "aduló de forma deshonrosa" a autoridades nazis mediante tributos y condecoraciones. Entre éstos se reveló la existencia de la medalla Nicolai, aparentemente elaborada para Hitler.
Una orquesta para Hitler
Reclutado por Gustav Mahler para integrar la Filarmónica de Viena, el violinista Julius Stwertka fue despedido de la orquesta junto a otros 12 músicos más en 1938. A todos los echaron por ser judíos. En 1942, Stwertka fue trasladado junto a su esposa al gueto de Theresienstadt, donde falleció. Al menos, otros cuatro músicos de la Filarmónica murieron perseguidos por el nazismo.
La biografía de los judíos removidos de la Filarmónica hoy está en su página web, junto con una serie de datos sobre la filiación nazi de la orquesta. Según el estudio, en 1942, 60 de los 123 músicos activos eran militantes del partido nazi, una proporción mucho más alta que la población austríaca en esos años. Terminada la guerra, sólo cuatro de esos músicos nazis fueron despedidos de la orquesta.
Entre estos últimos estuvo el trompetista Helmut Wobisch, que desde mediados de 1933 perteneció al por entonces clandestino Partido Nacional Socialista y luego fue parte de las temidas SS. Wobisch regresó a la Filarmónica en 1950 y tres años después, asumió la dirección ejecutiva. Según la investigación, fue él quien propició la entrega, en 1966, de un nuevo Anillo de Honor a Baldur von Schirach.
La primera vez que fue condecorado, en 1942, la orquesta celebraba sus 100 años y, como era costumbre en esos días, rendía tributo a los jerarcas nazis. Según la investigación, la orquesta se convirtió en un instrumento de propaganda y, de hecho, su famoso concierto de Año Nuevo fue creado con ese objetivo por el nazismo. Hoy sigue siendo un ícono: la transmisión televisiva es vista por 50 millones de personas en todo el planeta.
Hito en la compleja historia de la Filarmónica de Viena, la investigación -un verdadero "mea culpa"- es parte de un proceso de apertura: en 1997 por primera vez una mujer entró a las filas de la orquesta. Y sólo en 2005 una mujer la dirigió. Hasta ahora no se ha contratado a un músico de minoría étnica.