El vicepresidente del grupo conservador en el Parlamento alemán, Michael Fuchs, advirtió hoy de que no habrá ayudas adicionales a Grecia, si Atenas no cumple con los compromisos adquiridos, y alertó de que, de ser necesario, Alemania vetará otros rescates para ese país.

Si Atenas no cumple, el Banco Central Europeo (BCE) no debe abrir "otros mecanismos" para inyectar fondos, apunta Fuchs en declaraciones que publicará mañana el diario "Handelsblatt".

El diputado, segundo del grupo por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), sostiene que el BCE se mueve "en una línea muy fina" y rechaza categóricamente dotar al futuro fondo permanente de rescate, MEDE, con una licencia bancaria.

Fuchs afirma que, de no lograr cumplir los compromisos, Grecia debería abandonar el euro, incluso en el caso de que haya conseguido algunos avances en el cometido.

"Incluso si el vaso está medio lleno, no es suficiente para aprobar un nuevo paquete de rescate. Alemania no lo aprobará", sostiene el representante del grupo conservador.

Fuchs añade que, en caso de que otros países sí respaldaran ayudas adicionales, Alemania haría valer el derecho a veto para no "sobrecargar nuestras fuerzas".

En declaraciones difundidas ayer por el semanario "Focus", el ministro alemán de Economía, el liberal Philipp Rösler, se mostró "decepcionado" por la falta de avances visibles en las reformas implementadas en Grecia y apuntaba que Atenas no ha aprovechado las "ofertas" planteadas por Berlín para salir de la crisis.

"Ofrecimos, junto con la industria alemana, un amplio apoyo al Gobierno griego. Pero la parte griega apenas ha hecho uso de esa oferta", prosiguió Rösler.

El ministro provocó un notable revuelo unas semanas atrás, en una entrevista a la televisión pública alemana, al afirmar que un posible abandono de Grecia de la zona euro había dejado de "causar espanto".

Las palabras del titular de Economía se interpretaron como un incremento de la presión por parte de Berlín y desató los rumores de que se estaba preparando ya un plan para el adiós controlado de Atenas a la moneda única.