La distribuidora de electricidad Edesur, filial argentina de la española Endesa, registró en el primer semestre del año una pérdida neta integral de US$80,6 millones, un 164,6% más que en igual período de 2011.
La empresa dijo hoy en un comunicado que su resultado operativo en los primeros seis meses del año arrojó una pérdida de US$59,9 millones contra un rojo en igual lapso de 2011 de US$29,8 millones.
La distribuidora señaló que "viene desarrollando su operación en un contexto adverso que ha afectado significativamente sus ingresos y su liquidez".
La compañía dijo que mantendrá sus "actuales estrategias y políticas financieras" para continuar prestando el servicio, aunque admitió que existe "incertidumbre respecto al desarrollo futuro" de su negocio debido a que para revertir la actual situación depende de un aumento tarifario cuya aprobación no está bajo su control.
"Edesur estima que el reconocimiento de mayores costos y la realización de una revisión tarifaria integral permitirán recomponer la ecuación económico-financiera del contrato de concesión y alcanzar la normalización definitiva del servicio eléctrico prestado", señaló la compañía.
La distribuidora había registrado en el primer semestre de 2011 unas pérdidas netas integrales por US$22,9 millones y cerró el año pasado con un rojo de US$100 millones, un 770% más que la pérdida obtenida en 2010.
Edesur, que presta servicios de suministro de electricidad en la capital argentina y su periferia, está controlada por Distrilec Inversora, sociedad dueña del 56,3% de las acciones y controlada por Endesa y en la que también participa la brasileña Petrobras.