Una paralización total de funciones iniciaron ayer los trabajadores de Tren Central, filial de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE), quienes debido a una huelga legal suspendieron los servicios en el Metrotren Nos, el Metrotren de Rancagua y TerraSur.

La empresa, que agrupa a 530 trabajadores, inició a principios de noviembre su proceso de negociación colectiva con el Sindicato de Tracción, Afines y Conexa, en el cual participó la Dirección del Trabajo como mediador. Sin embargo, las conversaciones no tuvieron resultados y ayer los trabajadores iniciaron un paro indefinido.

Huelga sin impacto

Si bien el anuncio de paralización generó una evidente preocupación inicial a los usuarios, principalmente del Metrotren de Nos que diariamente moviliza a cerca de 55 mil pasajeros, el paro no tuvo el impacto que se anticipaba.

Así lo confirmó el propio director del Directorio del Transporte Público Metropolitano (DTPM), Guillermo Muñoz, quien explicó que hubo un refuerzo de los servicios de buses del Transantiago y de vehículos interprovinciales (que no cobraron pasaje) a lo largo del trazado del tren Alameda-Nos, uno de los más críticos para la empresa. "No hubo afectados, porque dispusimos de una mayor frecuencia. Además, se puso especial acento en que hubiera locomoción en puntos estratégicos como las estaciones Nos, San Bernardo y Los Pinos, donde partían los recorridos en la mañana", dijo.

Conducta desleal

En este sentido, el plan de contingencia que implementó el DTPM, fue criticado por abogados expertos laborales, quienes señalaron que dicho plan le quitó fuerza a la movilización realizada por los trabajadores.

"En la Ley 20.940 se estableció una prohibición total de reemplazo, tanto interno como externo. Aquí es evidente que estamos ante una situación de reemplazo externo, una situación que es sancionada como práctica antisindical en la negociación colectiva", aseguró Marcelo Albornoz, ex director del Trabajo.

En esta línea, el experto señaló que si bien es comprensible intentar evitar un efecto negativo en los usuarios del servicio, "hay una doble contradicción, porque el gobierno promueve una legislación, que es extremadamente rígida y sancionadora en materia de reemplazo, y al mismo tiempo comete reemplazo externo usando el servicio de Transantiago".

Visión similar entregó Luis Lizama, abogado laboral, quien sostuvo que "la prohibición de reemplazo aplica en caso de que sea el empleador directamente quien reemplace a sus trabajadores. Ahora, si uno mira la regla desde el punto de vista de su objetivo, lo que el gobierno sostuvo para prohibir el reemplazo en huelga es que sea una medida de presión eficaz para los trabajadores. Por ello, resulta paradojal que el gobierno se contradiga con un plan así".

Según Lizama, "implementar un plan de este tipo por parte de la autoridad, es en consecuencia eliminar la capacidad de presión de los trabajadores".

En tanto, desde el Sindicato, que agrupa a 302 trabajadores (57% de la dotación total) criticaron el reforzamiento de los buses de Transantiago en el recorrido del Metrotren Nos. El tesorero y vocero de la agrupación, Renato Leiva, señaló que "es una conducta desleal por parte del gobierno, es una conducta antisindical".

Respecto a la negociación, el dirigente señaló que están disponibles para retomar el diálogo con la firma y que esperan poder llegar a un acuerdo.

"Estamos solicitando mejoras sociales y temas relacionados a la calidad de vida de nuestros trabajadores. Por ejemplo, que cada 5 días de trabajo tengamos 2 de descanso continuo. Hay muchos trabajadores que son de regiones, de Curicó, de Chillán, y que pierden casi todo su día libre viajando hacia sus hogares", agregó.